Debido a que tiene previsión particular, fue derivada de urgencia a una clínica privada, mientras el Auge se cubrirá el traslado del herido que aún se mantiene internado en la UCI del Hospital Clínico de Magallanes. (El Pingüino)
Pese a estar grave, pero estable, ayer en la tarde se concretó el traslado hasta la capital de María Fernanda Álvarez Mercegué, quien fue internada en una clínica privada debido a que la Isapre de su padre se hizo cargo de los gastos respectivos.
Esta situación favoreció a que la joven de 21 años sea trasladada, cerca de las 15 horas de ayer, en un avión ambulancia con un equipo especializado, que buscará revertir su grave condición, considerando que presenta el 57% de su cuerpo quemado, lo que la ha mantenido en extrema gravedad.
Por su parte, su pareja Jonathan Andrés Kalazich podría ser trasladado durante la presente jornada, para lo cual un segundo avión llegaría a la capital regional para efectuar el traslado hasta un hospital especializado, señalándose en un inicio -por parte del doctor Christos Varnava- que apenas se genere el cupo en un hospital se realizaría el traslado inmediato. “Ambos se encuentran en situación grave, con categoría de gran quemado. El joven tiene un 30% de superficie corporal quemada, y la chiquilla, 57% de quemaduras. En general sobre el 20% de superficie corporal quemada se adopta la conductora del traslado a Santiago. Todo es complejo del traslado, por la situación hemodinámica, así que estas aviones son verdaderas UCI. Viajan por diferentes situaciones, un paciente viaja por un avión entregado por su previsión a Santiago, a una clínica privada y el otro paciente viaja apenas tengamos la cama a la Posta Central. No hay aviones que lleven dos pacientes, ya que tendrían que tener doble staff de tratantes, y eso no es recomendable”, señaló el jefe de la UCI.
Yanina Álvarez, madre de Jonathan, ayer pese a todo lo que le ha ocurrido, como familia se encontraban tranquilos y esperanzados de que se repondrá de las quemaduras, más aún señalando que las autoridades comprometieron su apoyo y ya se podría efectuar el traslado a la capital. “Estoy mucho más tranquila, lo que pasa que uno como madre se da cuenta que lo único que necesita saber es que su hijo va a estar donde necesita atención. Acá ha sido atendido muy bien, pero el Clínico no cuenta con unidad de quemados. Estas gestiones se han realizado por el apoyo del intendente (Jorge Flies), la alcaldesa Marisol Andrade y la consejera regional Patricia Vargas y todos han sido una tremenda red de apoyo y me llaman para decirme que sí, que mi hijo se va. Estamos a la espera de ver a que Clínica se va, pero estamos a la espera de un cupo y cuando este cupo no se genera es trasladado hasta una Clínica privada, que la cubre el Estado. Agradezco a todos los amigos de mi hijo y de Fernanda, se hicieron muchas cadenas de oración, se sigue enviando mucha luz y ahora estamos comenzando un largo camino, lo sé, pero también sé que se van a mejorar”, señaló la mujer.
Con respecto a la situación de su nieta, hija de Jonathan, dijo que “ella está bien, no entiende mucho porque tiene cuatro añitos, pero está tranquila en compañía de su mamá”.
“Había una perdida en un calefactor, cuando mi nuera va a prenderlo se produjo una explosión. Estoy muy agradecida de la gente que le arrendaba la casa, porque han estado con nosotros en cada momento y eso me demuestra que mi hijo era muy querido. Mi hijo vivía acá hace años y yo era la más porfiada que no quise venir nunca a vivir acá. Ahora estoy más tranquila con la fe que tengo, sé que se mejorarán los dos y podrán pasar este mal momento juntos”, concluyó la madre, que acompañará a su hijo en el viaje a Santiago y en el tratamiento que le espera.
Dentro de los próximos días se realizarán diversos eventos a beneficio para ir en ayuda de los familiares y así poder costear los gastos de la permanencia en Santiago y gastos secundarios.
De igual forma, se ha habilitado una cuenta, a nombre de Norma Kalazich, hermana de Jonathan, donde se apela a la solidaridad de los magallánicos para que puedan cooperar con dinero y así ayudar a la familia.
