El caso fue de los más resonantes por que permaneció impune por cuatro años hasta que por un testimonio de un recluso logró darse con el joven Juan Ignacio Catrimil en 2010. Fue condenado a 15 años de prisión de los que esta semana cumplió dos terceras partes de esa condena, rebajada por estudios realizados y una conducta ejemplar. El juicio revirtió la condena social que expuso conductas reprochables de la víctima hacia el joven. Incluso una plaza en homenaje a Bracco le fue cambiado el nombre.