Dieron la libertad condicional al “Chino” Crespi a pesar de amenazar a su víctima aún condenado desde la cárcel

Este sujeto de frondoso prontuario fue condenado en 2015 a cuatro años de prisión por un violento episodio en el que baleó a su ex pareja. La pena fue menor por que la víctima estaba bajo presión y amenazas, brindando una declaración menos comprometedora. Aún así este sujeto tras la condena siguió con sus amenazas de muerte desde la cárcel, por lo que el fiscal mismo se opuso a su liberación. El Juez de Ejecución de Penal finalmente le concedió la libertad este jueves, y una vez más el Poder Judicial deja en desprotección a las víctimas de un delito.

La resolución la adoptó el juez de Ejecución de Penas el Dr. Sergio Dieguez, basándose en informes del Consejo Correccional de la Unidad de Detención.

Cristian Juan Pablo Crespi ya cumplió las dos terceras partes de la condena de 4 años de prisión por “lesiones graves, agravadas por el vínculo” impuesta en 2015, en un hecho que data del año 2014, desde cuando estaba detenido.

Crespi en este hecho fue al Sanatorio Fueguino donde trabajaba su ex pareja a la que hizo salir del mismo y subirla a su automóvil, donde desenfundó un arma con la que le disparó, lesionándola en una mano y una pierna, salvando la víctima su vida de milagro.

La joven sufrió numerosas amenazas y condicionamientos desde el clan mafioso al que pertenece este sujeto, y en juicio moderó su declaración lo que no permitió condenar a Crespi a más años o por “tentativa de homicidio”.

Aún así las amenazas continuaron desde la cárcel, llevando a que hoy la víctima se haya tenido que ir a vivir a otra provincia.

Profesionales recomendaron la libertad

La resolución del juez tuvo la negativa del fiscal del caso Pablo Candela, precisamente por estas amenazas, pero en la evaluación pesó más la opinión de los profesionales del Consejo Correccional, quienes aseguraron que Crespi “presenta normalidad de sus facultades mentales, y que sería una circunstancia favorable y con efecto positivo el beneficio de la libertad condicional para profundizar la vida afectiva y para reintegrarse al trabajo”, a pesar que no trabajaba.

“No muestra riesgo cierto ni inminente para sí o para terceros” señala el informe y que atentos a “su conducta el riesgo potencial es bajo”.
 
Esto llevó al juez Dieguez a conceder la libertad bajo normas de conducta y con el compromiso del imputado de irse a residir a la provincia de Santa Fé, donde deberá notificar cualquier cambio de residencia o retorno a Tierra del Fuego, con la prohibición de acercarse a su víctima.