Polémica por el asadito de los presos en la Unidad de Detención N°1
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo suelen ser foco de conflicto con las demandas de los presos y las venias que las autoridades conceden, a fin de permitirles el contacto con sus familiares para este tipo de celebraciones con la particularidad en este caso de ser “intramuros”.
Este año el acuerdo fue armónico, sin conflictos de por medio, permitiéndose en la Nochebuena el ingreso de los familiares al SUM, donde compartieron una cena con los privados de la libertad, con un especial recargo al personal de seguridad a fin de garantizar las normas carcelarias del establecimiento.
Cerca de la 1.00 de la madrugada todo concluyó con las propias autoridades del Servicio Penitenciario supervisando el final de la festividad y el regreso de los reclusos a los pabellones y sus celdas.
La jornada del 25 incluyó el asado navideño, que en esta oportunidad contó con donaciones de particulares e incluso un cordero que el propio Servicio obsequió a los presos y sus familiares.
El almuerzo fue realizado por los propios reclusos en el exterior de la unidad, dentro del predio carcelario, en una actividad que no es nueva, pero que algunos integrantes del Servicio Penitenciario siguen cuestionando como una medida que infringe las normas carcelarias, señalando incluso que la disponibilidad de personal no permite brindar el procedimiento de seguridad como se debe.