El fiscal pidió por la inimputabilidad de Daniel Saromé y pidió su internación en un psiquiátrico

El fiscal Eduardo Javier Tepedino inició la etapa de alegatos en relación al hecho en el que Daniel Alfredo Saromé intentó pasar a degüello a su hijo de 15 años. Se refirió a los testimonios de los psiquiatras forenses que coincidieron en gran parte respecto de que sufrió un “cortocircuito” en el que “sufrió una alteración de sus facultades mentales”, por lo que pidió su declaración de inimputabilidad. Asimismo pidió la internación y tratamiento farmacológico, recomendado por los profesionales, lo que deberá realizarse fuera de la provincia. El alegato del fiscal se refirió a los sucesos del 16 de febrero de este año señalando que Saromé al salir de prisión (pasó 10 años por un homicidio) dejó el tratamiento farmacológico que recibía, "lo quie fue un error inconsciente" y comenzó a sufrir episodios violentos y de aislamiento de su entorno familiar. Tal cual lo señalado por los psiquiatras forenses, Saromé surfrió un "cortocircuito" esa madrugada en la que atacó a su hijo e intentó agredir a su familia, producto del insomnio y un trastorno de personalidad severo, sumando a la falta de medicación y tratamiento. Eso lo transforma en "inimputable" consideró y pidió su internación en un centro psiquiátrico fuera de la provincia, por considerarlo "un peligro para terceros".

El fiscal Eduardo Javier Tepedino inició la etapa de alegatos en relación al hecho en el que Daniel Alfredo Saromé intentó pasar a degüello a su hijo de 15 años. Se refirió a los testimonios de los psiquiatras forenses que coincidieron en gran parte respecto de que sufrió un “cortocircuito” en el que “sufrió una alteración de sus facultades mentales”, por lo que pidió su declaración de inimputabilidad. Asimismo pidió la internación y tratamiento farmacológico, recomendado por los profesionales, lo que deberá realizarse fuera de la provincia.

El alegato del fiscal se refirió a los sucesos del 16 de febrero de este año señalando que Saromé al salir de prisión (pasó 10 años por un homicidio) dejó el tratamiento farmacológico que recibía, “lo quie fue un error inconsciente” y comenzó a sufrir episodios violentos y de aislamiento de su entorno familiar.

Tal cual lo señalado por los psiquiatras forenses, Saromé surfrió un “cortocircuito” esa madrugada en la que atacó a su hijo e intentó agredir a su familia, producto del insomnio y un trastorno de personalidad severo, sumando a la falta de medicación y tratamiento.

Eso lo transforma en “inimputable” consideró y pidió su internación en un centro psiquiátrico fuera de la provincia, por considerarlo “un peligro para terceros”.