PTA. ARENAS: Padre e hijos se vengaron por caso de “bullying” y fracturaron a uno de los agresores

Los tres imputados por la agresión comparecieron en calidad de imputados ante el Juzgado de Garantía. En los hechos resultaron cuatro estudiantes heridos (La Prensa Austral).

 
“La situación se salió de control, esto no es para nada lo que hubiese querido, por eso es que le pido de verdad disculpas en especial al muchacho que quedó más complicado, pero pido también que se pongan en mi lugar como padre, hace dos meses que mi hijo estaba siendo agredido, y pese a que fui al colegio, no se hizo nada”, afirmó Carlos Quiroz Araya, apoderado del Instituto Don Bosco quien este martes, junto a sus dos hijos, fue formalizado por su eventual participación en las lesiones sufridas por cuatro alumnos atacados a golpes cuando salían del establecimiento salesiano de calle Maipú.
 
Quiroz Araya acusó que su hijo de 15 años, también imputado, venía sufriendo actos de “bullying” al interior de su colegio, situación que gatilló la violenta reacción en la tarde del lunes.
 
El episodio, ocurrido alrededor de las 19 horas de ese día, provocó conmoción en la comunidad educativa, pues fueron varios los alumnos testigos de la agresión.
 
Según relató en la audiencia judicial la fiscal Rina Blanco, el padre y sus dos hijos, propinaron una golpiza a un joven de 15 años, iniciales F.I.G.A., luego de que éste fuera sindicado de haber atacado al hijo menor de Quiroz.
 
En efecto, el joven que venía padeciendo “bullying”, llegó a su hogar en la tarde del lunes narrando a su padre que había sido agredido por un grupo de 7 estudiantes al interior del Instituto Don Bosco. En la última semana el alumno había sido víctima de una serie de actos de acoso escolar, episodios que colmaron la paciencia de su hermano mayor y su papá, trasladándose de inmediato al colegio el progenitor y sus hijos para hacerse justicia por sus propias manos.
 
En rescate del joven que era golpeado, salió un grupo de liceanos, cuyos integrantes lograron frenar la paliza. En defensa del agredido también intervino un comerciante del lugar, quien brindó refugio a la víctima.
 
En definitiva, como resultado de la riña, se reportaron cuatro estudiantes lesionados, tres de ellos con heridas menores, mientras el cuarto adolescente terminó internado en el Hospital Clínico.
 
Por lo anterior, la fiscal Blanco le imputó a Quiroz y a sus dos hijos responsabilidad en los delitos de lesiones menos graves y graves, solicitando al juez Pablo Miño imponer medidas cautelares que dieran seguridad a los afectados, pidiendo la prohibición de los imputados de acercarse al establecimiento o a los afectados, además de la firma mensual para el apoderado y su hijo mayor.
 
Esto fue acogido por el juez de Garantía, quien además fijó un plazo de dos meses para la investigación, pero instruyó que se oficiara al establecimiento educacional para que arbitrara las medidas necesarias que permitieran que tanto el adolescente formalizado como los estudiantes involucrados tuvieran contacto, no privando de esta manera de sus estudios al menor denunciante del “bullying”.
 
Cabe señalar que tras el episodio de violencia, tanto la familia del afectado, como los supuestos agresores, concurrieron hasta la Primera Comisaría de Carabineros, en forma separada, para formalizar la denuncia, unos por la agresión sufrida afuera del recinto educacional, y los otros por el “bullying”, quedando en evidencia en la unidad policial que se trataba de un mismo hecho, determinándose en virtud de los antecedentes la detención de los tres imputados.
 
El origen de la golpiza
 
Concluida la audiencia, y ordenada la libertad de los detenidos, el padre dialogó con La Prensa Austral asegurando que “este tema viene del ‘bullying’ que le están haciendo a mi hijo desde hace un par de meses. Me acerqué al colegio en 5 ocasiones y hablé con diferentes personas, la profesora, inspectores. Habíamos quedado de acuerdo en que ellos iban a mediar entre los jóvenes, incluso en una oportunidad nos reunieron con ellos y se comprometieron a cesar con el tema contra Máximo (su hijo). Pese a eso, el lunes llegó mi hijo y me contó que lo habían golpeado, y que había sido el chico que ahora está en el hospital con otros compañeros, entonces fuimos al colegio, nos encontramos con el grupo que lo había atacado, y ahí empezó un alegato que se nos salió de las manos”, relató Quiroz.
 
“Sinceramente creo que el colegio no paró el tema a tiempo, antes de que algo así sucediera. Estoy muy arrepentido, de verdad que sí, pero imagínese que esto es un problema que además de a mi hijo, nos afectó a todos, el nos rogaba por no volver a clases, que quería suicidarse, gota a gota que finalmente terminó por rebalsar el vaso”, complementó.
 
Apoderados afectados
 
Al término de la audiencia judicial, un grupo de apoderados, padres de los menores lesionados, encararon a los imputados por lo sucedido, reclamándole por la violencia ejercida, a lo que el padre detenido sólo se limitó a pedir disculpas ante los reclamos.
 
F.I.G.A, el joven golpeado, resultó con una fractura de clavícula. Dicha lesión lo mantiene internado en el Hospital Clínico, además de los múltiples golpes que recibió en rostro, torso, brazos y piernas. Así lo señaló la madre del alumno, Sandra Alvarez Colipán, quien adelantó que buscará asesoría legal para exigir las más altas penas contra quienes agredieron a su hijo.
 
“Es un deportista, y ahora resulta que tienen que operarlo para ponerle unos pernos. El nunca ha estado metido en problemas de este tipo, quiero entender que esta persona se equivocó, pero aún así no es manera de arreglar los problemas, atacando a los chicos, nadie está por sobre la ley”, reclamó angustiada la mujer.
 
Reacción del Don Bosco
 
La Prensa Austral intentó poder obtener una opinión de la dirección del Instituto Don Bosco acerca de los hechos denunciados por Carlos Quiroz, sin embargo ello no fue posible. El establecimiento sólo se limitó a enviar un comunicado de prensa, donde se califica el episodio de “lamentable acontecimiento”, donde se detallaron los procedimientos adoptados una vez ocurrido el hecho. Además, en la comunicación, firmada por el director, rector, presidente del Centro de Padres, presidente del Centro de Alumnos, coordinador de la Pastoral, coordinador de Ambiente, orientadora de enseñanza media y la psicóloga del establecimiento, se dieron a conocer las instrucciones dadas luego de que sesionara el Consejo de Gestión y el Consejo Escolar.
 
“Se acordó una investigación completa de los hechos, mediante entrevista y recopilación de información de los testigos presenciales. Se activará el protocolo para tomar las medidas disciplinarias establecidas en el manual de convivencia”, se manifestó.
 
Además, se planteó que a través del abogado de la Congregación Salesiana se gestionará una medida cautelar para que los adultos que participaron de la agresión no se acerquen al colegio ni a los alumnos agredidos “en resguardo de la integridad física de nuestros estudiantes”, concluyó la comunicación.