Solo uno de los jóvenes asaltantes declaró, y aseguró que subieran al colectivo para “pasear”

Sergio Monje no accedió a declarar, pero si lo hizo Alejandro Verdún Rodas, en relación al asalto al colectivero Luis Avalos que recibió cinco puñaladas. Verdún cambió su declaración de instrucción en la que aseguró que Monje le propuso viajar en colectivo “para ganar algo” y que presumía que era para ir a un robo, por una nueva versión en que aseguró que el objetivo del viaje era “pasear”. La víctima presentó un pedido para no declarar en el juicio ante el trauma psicológico que le dejó el hecho y su declaración será ingresada por lectura.

 
Comenzó el juicio oral y público contra los dos jóvenes de 20 años, acusados del violento asalto al colectivero de Taikre en la margen sur el pasado 21 de octubre de 2014.
 
Solo uno de ellos accedió a prestar declaración indagatoria, en un proceso donde prácticamente ambos confesaron su participación en el hecho por el cual Monje apuñaló cinco veces al colectivero Avalos, y Verdún Rodas se alzó con la billetera y el monedero con 800 pesos de la recaudación.
 
Verdún Rodas fue el único imputado en declarar, asegurando a consulta de la fiscal Verónica Marchisio que esa noche tomaron y fumaron marihuana con Monje, quien le propuso viajar en colectivo “para dar una vuelta, para pasear”, y que allí se produjo el asalto cuando Monje se abalanzó sobre el colectivero, se cayó el monedero y Monje le ordenó que lo alzara y se lo llevara, bajándose corriendo.
 
La declaración se modificó respecto de la brindada en instrucción donde Verdún Rodas había señalando que ante la propuesta de Monje de viajar en el colectivo “para ganar algo” imaginó que era para ir a robar, lo que marcaba una premeditación y organización para cometer el delito, cuestión que ahora intentó corregir en el proceso.
 
Víctima traumada
Las testimoniales se iniciarán con peritos, toda vez que la víctima de este hecho, el colectivero Luis Avalos, solicitó no declarar por que está bajo tratamiento psicológico por el trauma sufrido con este hecho, por lo cual incluso ni siquiera volvió a trabajar.
 
La víctima presentó un certificado de una profesional sindicando que revivir el hecho ante los imputados podría significarle un retroceso en el tratamiento, por lo que el tribunal y las parte convinieron ingresar su declaración por lectura de lo que ya manifestó en la primera etapa de la investigación, así como las ruedas de reconocimiento en que identificó a ambos malvivientes.