Dos condenados a perpetua por brutales homicidios, comienzan a salir a trabajar en Río Grande
El tiempo pasa, incluso para los condenados a perpetua, quienes a partir de esto han transcurridos largos años en prisión y comienzan a ver el tiempo en que la ley les permite acceder a beneficios excarcelatorios.
A pesar que la indignación social y el dolor de las víctimas parece no atemperarse con el paso del tiempo, los autores de dos aberrantes crímenes ocurridos décadas atrás en Río Grande, ya están “en condiciones” de caminar las calles de la ciudad junto al resto de los vecinos.
Quiróz hace meses que sale
El primero de estos casos es el de Walter Quiróz, alias “el chacal”, quien desde fines de noviembre cuenta con la resolución judicial que le permite salir a diario, 6 horas, para desempeñarse en tareas de albañilería en una contratista.
Quiróz asimismo cuenta con salidas transitorias de 4 horas por semana para visitar a su familia, en un proceso de resocialización que prevé la ley y fue concedido por la ex Jueza de Ejecución, la Dra. Cecilia Incardona, antes de abandonar la Justicia Provincial.
Para esto Incardona citó a los familiares de la víctima de Quiróz, los padres de la joven Judith Muñóz Bustos, a quienes puso en conocimiento de que Quiróz había cumplido los 15 años previstos para acceder a ese beneficio, como parte de su condena a “perpetua”.
Quiróz en septiembre de 1999 llevó a la joven Judith a la zona del Cabo Domingo donde, ante la negativa de la joven a tener relaciones sexuales, la golpeó y abandonó en el lugar, para luego regresar, transportarla a otro sector, donde la golpeó hasta casi dejarla muerte, para finalmente pasarle por encima con su auto.
Rojas pide salidas
El segundo caso es el de Juan Pablo Rojas, condenado a prisión perpetua por el crimen de la joven Eva Noelia Sánchez en julio del 2001, quien a finales del año pasado recibió una conmutación de esa pena por parte de la gobernadora, transformándola en una pena de 25 años.
Esto le permite por ley acceder al beneficio de salidas laborales en 12 años y medio, plazo que ya ha cumplido tras las rejas, y ante ello presentó su solicitud ante el Juzgado de Ejecución, a fin de comenzar a salir para realizar tareas en lo que era su actividad al momento del crimen y ser detenido, la gomería.
La resolución que le permita salir se podría adoptar en los próximos días, y el buen comportamiento por parte de este interno a lo largo de todo su período de reclusión, no encontraría impedimento legal alguno para no concretarse dicho beneficio excarcelatorio con fines laborales.