Suboficial argentino acusado de portar municiones fue absuelto por la justicia chilena

El uniformado, que fue detenido el 3 de agosto del año pasado en el paso fronterizo Monte Aymond, se emocionó al escuchar el veredicto de los jueces del Tribunal Oral porque no la pasó bien durante todos estos meses con la acusación fiscal. (La Prensa Austral)

En fallo unánime, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, absolvieron ayer a un suboficial del Ejército argentino, acusado por la fiscalía de cometer el delito consumado de porte y tenencia ilegal de munición.

Mario Alberto Elosegui arriesgaba hasta 3 años de cárcel, pero como fue encontrado inocente se alzaron las medidas cautelares y ya puede volver a su país, sin pesar sobre él ninguna restricción.

Al escuchar el veredicto absolutorio, el suboficial se emocionó y, al término de la audiencia, abrazó a su abogada penal pública, Karina Ulloa, en una muestra de agradecimiento por el fallo conseguido.

Para los jueces Julio Alvarez, Adriana Knopel y Palmira Muñoz, “la prueba, testimonial pericial y fotografías no permitieron establecer la culpabilidad del acusado”.

Esta persona fue detenida el 4 de agosto de 2024 en el complejo fronterizo chileno Monte Aymond, 

“Una gauchada”

Cuando el uniformado fue detenido y pasado a control, dijo a la salida que “todo fue por hacerle una gauchada a un amigo”.

Los funcionarios de la Aduana chilena encontraron que el ciudadano argentino portaba una caja con 46 cartuchos de balas militares de 62 milímetros.

Esto lo descubrieron bajo el asiento del conductor al momento de practicar una revisión del vehículo Nissan en el que se movilizaba

Este hallazgo se produjo cuando la persona realizaba los trámites para cruzar la frontera, en tránsito a su país cuando se dirigía a la ciudad argentina de Río Grande, en la Isla de Tierra del Fuego.

Karina Ulloa dijo que este caso responde a circunstancias bien especiales, donde no hubo mala intención, sino más bien un olvido. “En un viaje que es muy habitual entre nosotros, tanto argentinos como chilenos, que vamos y venimos por el otro país, a propósito de tener que volver a casa”.

Las balas no tenían un fin ilícito, sino más bien de caza. 

“Finalmente, se dio la absolución que pedíamos por precisamente ser un hecho que a lo más constituye una falta administrativa, así que contentos. Estamos muy contentos con el resultado”.