NEUQUÉN: Un empresario cansado de los robos ahora volvió a ser blanco de la inseguridad
Un hombre sufrió un robo en su vivienda de Senillosa, en un sector rural. La Policía ya investiga el hecho. (lmneuquen)
Tristán Sigifredo Pizarro es un empresario neuquino que, lamentablemente, no es ajeno a la inseguridad. Después de haber sufrido robos a su empresa en varias oportunidades, esta vez le tocó que los intrusos lleguen a su casa. Le desvalijaron su vivienda de Senillosa rural y se llevaron el botín en su propia camioneta.
El viernes pasado, entre las 21:30 y la 01:30 del sábado, Tristán y su familia no estaban en su vivienda y fue ese momento el que aprovecharon delincuentes para ingresar a la vivienda, robar tecnología y otros objetos de valor, cargarlos en la Ford Ranger doble cabina también perteneciente al empresario y darse a la fuga.
No es un plan tan sencillo como suena, dado que los delincuentes no sabían en qué momento podían regresar, pero se arriesgaron. Aún no se sabe si llegaron a pie o en otro vehículo, pero lo cierto es que avanzaron campo adentro unos 6 kilómetros desde la Báscula hasta llegar a la vivienda, por el único camino que esto es posible, arriesgándose además a cruzarse a un potencial testigo.
No obstante, todo parece haberles salido a la perfección a los ladrones, y Tristán y su familia todavía no salen de su asombro y su indignación.
“Uno llega a una edad en lo que en los 60 años es natural que se vaya desganando, el cuerpo se va cansando y lo que más preocupa es que uno termina agradeciendo no estar en su domicilio, que no está la señora o los padres y llama mucho la atención porque cuando uno llama a las fuerzas de seguridad y llega tanta gente a la casa y uno se siente invadido de los dos lados y después termina el interrogatorio como que uno es parte porque dejó la llave o la puerta abierta… Las situaciones que se viven son poco deseables”, reflexionó el empresario.
Para su mayor lamento, esta no es la primera vez que le entran a robar, sino que los delincuentes ya se las han ingeniado para someterlo en reiteradas veces: robaron elementos de dos departamentos del personal de su empresa en Añelo y, en Neuquén capital, le robaron las 10 ruedas de un camión.
“Cuesta tanto hacer todo el proceso de importación y el daño que ocasionan no es sólo el robo, sino que los equipos quedan parados, se pierde el día laboral, en tiempos de producción hay que dar explicaciones al cliente de por qué uno no cumple el servicio que corresponde”, lamentó el trabajador.
No obstante, sabe que a pesar de los golpes no dejará su profesión. No solo porque es la fuente de alimento de él y su familia, sino porque además significaría, en un contexto tan hostil, dejar sin trabajo también a otros.
“Uno emotivamente está molesto, pero no se puede tomar la decisión de forma inconsciente de decir ‘Mañana voy a cerrar’. Tengo 43 empleados”, razonó.
La Policía ya tiene su denuncia e investiga el hecho, aunque sin duda será una causa dificultosa dado el escenario rural.