NEUQUÉN: Vermú, asado y una estafa millonaria
Un matrimonio mendocino mordió el anzuelo con la compra de una camioneta Toyota Hilux. La maniobra tiene giros novelescos y está muy ensayada. (lmneuquen)
La puesta en escena que realizó una familia de la comunidad gitana neuquina para estafar a un matrimonio mendocino con la venta de una camioneta goza de un nivel de detalles tan bien coordinados y ensayados que es casi imposible que la víctima no caiga.
Pese a las advertencias y recomendaciones de la fiscalía, de la Policía y de las empresas que manejan sitios de compra-venta nada parecer frenar a los estafadores que día a día elevan el nivel de sofisticación de sus engaños.
El nuevo caso
A fines de octubre, por la plataforma del Ministerio Público Fiscal ingresó una denuncia por estafa en la compra de una camioneta mediante el Marketplace de Facebook.
La celeridad de la investigación y las medidas dispuestas por la fiscalía de Delitos Económicos permitieron dar con los autores, secuestrar el dinero y el vehículo.
Lo interesante es que las víctimas, un matrimonio oriundo de San Rafael, brindó todos los detalles a los investigadores pese a que en este tipo de casos las personas sienten mucha vergüenza al narrar lo ocurrido por no haber advertido a tiempo que estaban siendo timadas.
De acuerdo a la denuncia, a fines de abril observaron en el Marketplace de Facebook que estaba a la venta una camioneta Toyota Hilux que les pareció conveniente por el modelo y el precio.
Escribieron por dicho canal y unos días después obtuvieron como respuesta que el vehículo seguía disponible y un celular de contacto con la característica de Neuquén.
Los estafadores lograron sacar al matrimonio del canal seguro que es el Marketplace y los llevaron a hablar por teléfono y wasapear que es el territorio donde ellos mejor se manejan.
Así fue como los convencieron de venir hasta la provincia para ver el vehículo y cerrar la transacción tras la cual se volverían manejando a San Rafael.
Todo el artilugio verbal desplegado generó confianza en las víctimas que creyeron que accedían a una compra segura y también anhelada.
Vermú y asado
El 7 de mayo el matrimonio desembarcó en la terminal de Cipolletti, desayunó y luego acudieron en taxi hasta el hotel donde habían realizado la reserva en Neuquén que se ubica sobre calle Mitre y que habría sido sugerido por los vendedores.
Antes de las 10 aparecieron los estafadores en la camioneta que les iban a vender y tras recorrer un par de cuadras les preguntaron si traían el dinero, al decir que no, regresaron al hotel para que lo buscaran.
Toda la maniobra transcurrió en un clima muy ameno y agradable. Así es como se planta el anzuelo de la confianza.
Fueron hasta la casa de los supuestos vendedores, en calle Mitre entre Tronador y Lacar. Ingresaron por un portón vidriado, el interior de la vivienda tenía pisos de porcelanato oscuro y en el comedor había una larga mesa con un mantel estampado con dólares. Interesante detalle.
Hubo café, agua, galletitas y una charla que continúo en forma relajada hasta que finalmente concretaron la operación.
Los dólares reales se apoyaron sobre el mantel de dólares y también los pesos. En total entregaron 7.100 dólares y 900 mil pesos para completar los 4.2 millones de pesos que pedían por la Hilux.
A esto se sumó 160 mil pesos por la transferencia y 45 mil pesos de sellados. Sobre estos valores, los estafadores les hicieron creer que estaban dividiendo en mitades esa parte de la operación. Encima se mostraban considerados. ¡Qué más se puede pedir!
Uno de los gitanos tomó el dinero y salió con su esposa de la casa en una camioneta Toyota Hilux Sw4 doble tracción.
Al ratito el hombre volvió con el formulario 08 para que el gestor agilizara el trámite y así el matrimonio mendocino ese mismo día se hacía con la camioneta.
Casi a las puertas del mediodía, los gitanos trajeron el vermú con una picadita mientras las primeras brasas caían en la parrilla anunciando que había un asadito en camino.
Comieron, bebieron, charlaron y cuando hacían la sobremesa saltó un problema. ¡Típico!
Cayeron con un papel impreso con un problema de la AFIP con el sellado. De inmediato, el que manejaba la maniobra sacó el celular y llamó al gestor al que puso en altavoz.
Palabras van, palabras vienen y supuestamente el problema se solucionaba en 72 horas. Los vendedores se excusaron y les recomendaron al matrimonio volver al hotel y en ese mismo momento, para mostrar buena predisposición, les sacaron, vía internet, los pasajes de regreso a San Rafael para que no gastaran en hotel. Ni bien el problema estuviera resuelto les avisarían para que viajen a buscar la camioneta y de paso se comían otro asadito.
La cosa es que los mendocinos cayeron en la trampa, volvieron a San Rafael y durante varios meses estuvieron esperando que les entrara el mensaje o la llamada anunciando que la camioneta ya estaba lista. Nunca llegó, por lo que terminaron denunciando.
Secuestro y acusación
Ni bien se radicó la denuncia por la plataforma del Ministerio Pública Fiscal, la fiscalía de Juan Narváez tomó cartas en el asunto y tras contactar a las víctimas agilizaron las medidas.
Con el auxilio del Departamento de Delitos Económicos se concretó dos allanamientos en viviendas gitanas y se logró identificar a los principales involucrados en la maniobra.
Además, se secuestraron 6.300 dólares, varios celulares, cámaras de seguridad y la Hilux que iba a ser comercializada.
Se supo que los estafadores intentaron varias maniobras, mediante sus abogados, para pagarle a sus víctimas y evitar la acusación, pero lo cierto es que el fiscal Narváez ya pidió fecha para formalizar la acusación a los gitanos implicados.
En la política de persecución penal que lleva adelante la fiscalía se busca frenar este tipo de maniobras y una de las formas es avanzar con todas las herramientas que ofrece la ley porque de lo contrario las estafas se continúan replicando.