RÍO GALLEGOS: Condenaron a una pareja que explotó sexualmente a veinte mujeres en locales nocturnos

Se trata de una mujer de apellido Gutiérrez y un hombre apellidado Martínez, que captaban mujeres y las obligaban a tener relaciones sexuales a cambio de dinero en nuestra ciudad capital. La primera tendrá prisión domiciliaria mientras que el segundo tuvo una sentencia en suspenso. (laopinionaustral.com.ar)

Una pareja oriunda de la provincia de Jujuy fue condenada esta semana a diferentes penas, acusada de haber captado a mujeres en estado de vulnerabilidad y explotarlas sexualmente en diferentes locales nocturnos de Río Gallegos.

Los delitos por el que fueron acusados se registraron, al menos durante el 2017, y derivaron en actuaciones que las fuerzas de seguridad por orden del Juzgado Federal de Primera Instancia de nuestra ciudad capital. Según pudo saber este diario, a raíz del fallo del Tribunal Oral Federal, hubo al menos veinte sobrevivientes.

Los acusados y ahora condenados son una mujer de apellido Gutiérrez y un hombre apellidado Martínez que, en un juicio abreviado, reconocieron los delitos.

Los lugares donde las mujeres eran explotadas sexualmente eran los bares “Burbujas“, ubicado en calle Reconquista 1334, el “Valentina“, en calle Corrientes al 600, y “Eclipse” –primeramente, ubicado en Parque Industrial 623 y luego trasladado a la calle Liniers al 1300. En esos lugares, tras los allanamientos que se hicieron hace seis años, los agentes del área de Trata de Personas de la Policía de Santa Cruz, se entrevistó con las “empleadas” quienes expresaron que ofrecían “copas” a los clientes de los locales nocturnos.

Además, en esas audiencias se pudo saber que las encargadas de los lugares recibían parte del dinero de las “copas” compradas por los parroquianos, quedando acreditado que habría explotación sexual.

La caratula por la que fueron condenados Gutiérrez y Martínez es por: “trata de personas en la modalidad recepción y/o acogimiento con la finalidad de ser explotadas sexualmente, agravada por el abuso de la situación de vulnerabilidad, la cantidad de víctimas y haberse consumado la explotación“.

El expediente marcó que la mujer era la dueña del “imperio” de explotación sexual mientras que Martínez fue un partícipe secundario.

Tras reconocer su responsabilidad, la Fiscalía solicitó penas diferentes para los acusados. Para Gutiérrez pidió la pena de cinco años de prisión efectiva, mientras que para el segundo dos años y medio en suspenso.

Gutiérrez fue beneficiada con la prisión domiciliaria ya que tiene menores de edad a cargo y, por otro lado, Martínez deberá someterse a un régimen de conducta sino quiere perder el beneficio de la libertad, fijando domicilio en una dependencia policial y absteniéndose de cometer nuevos delitos.