El calvario que vivió una víctima de abuso, cuyo agresor sexual fue condenado a 22 años de cárcel

El Tribunal de Juicio Oral de la ciudad de Río Grande dio a conocer los fundamentos de la sentencia de 22 años de prisión dictada a Leonardo Favio Santander por toda clase de abusos sexuales practicados por casi 2 años a una menor de 15 años que habían traído de Formosa a vivir con su familia en una vivienda de la margen sur.

El Tribunal de Juicio dio a conocer los fundamentos de la condena emitida el 28 de junio pasado, dando cuenta de un verdadero calvario de terror al que vivió sometida esta joven que venía de Formosa, emancipada, escapando de malos tratos físicos por parte de sus padres.

Para ello la joven fue sometida a exámenes por el Juzgado de Menores de aquella provincia, en los que se constató que no traía lesiones ginecológicas, que 2 años después aparecen -tras su tortuosa vida en Río Grande-, con “desgarros en el himen y lesiones anales”, secuelas físicas y psicológicas que persisten al día de hoy.

La joven dio cuenta que era mal alimentada, que en un momento quedó incomunicada cuando le rompieron el celular que poseía, e incluso su escolarización fue interrumpida, puesto que retornaría a Formosa ante la traumática vida que estaba teniendo en Río Grande, pero ese viaje nunca se materializó.

Lo peor de todo fueron los abusos físicos que se iniciaron desde la noche en que cumplió 15 años (en 2019) hasta el 2021 en que fue rescatada por iniciativa de una media hermana que se contactó con una asociación, cuya titular concurrió a la vivienda junto a otra persona, que simuló ser una trabajadora social, llevándosela de la vivienda donde era sometida.

La defensa de Santander ni siquiera intentó esgrimir causa alguna por la cual la joven hiciera semejante denuncia con ánimo de perjudicarlo, e incluso el tribunal valoró que la denuncia surgiera por iniciativa de terceros, que debieron indagarla para que la joven reconociera lo sufrido, con bastante incomodidad.

“El acusado y su defensora ni se animaron a ensayar una explicación sobre las razones por las cuales “M” podría haber mentido en su contra”, reflexionó el tribunal.

Incluso la chica dio cuenta de que luego de un abuso, en Año Nuevo protagonizó un intento de suicidio en el puente Mosconi, en el cual fue asistida por un hombre que pasó en su auto y la contuvo, sin que se radicara denuncia alguna por ello.

Los peritos concluyeron que la joven, hoy en pareja, tuvo “una distorsión en su desarrollo sexual”, e incluso al dia de hoy decidió cambiar su nombre e incluso aspectos de su fisonomía que eran “destacados” por su agresor sexual.