NEUQUÉN: Manejar a lo Codegoni: alcohol, cocaína, velocidad y muerte
Un Tribunal de Impugnación le confirmó la condena de 8 años y seis meses de prisión, la más importante que se ha dictado por este tipo de crimen. (lmneuquen)
El 23 de octubre de 2021, Sandro Gustavo Codegoni manejó su EcoSport bajo los efectos de un cóctel compuesto de alcohol y cocaína. Hizo maniobras imprudentes que lo llevaron a discutir con otro automovilista y emprender una persecución.
Su estado de excitación provocó que doblara en la esquina de Intendente Carro y La Pampa a unos 48 kilómetros por hora, cuando la velocidad en una intersección en ciudad no puede superar los 25 km/h.
Pasó lo previsible de una persona que en ese estado maneja a esa velocidad, perdió el control del vehículo, terminó subiendo a la vereda donde embistió y aplastó, contra el frente de su negocio, al comerciante Pedro Ariel Leiva.
Las cámaras del local determinaron que el siniestro ocurrió a las 20:58 con 9 segundos. Lo que son las cosas del destino, 20 segundos antes, Pedro estaba dentro del local y salió para poner una bolsa de leña en un carrito que tenía afuera y ayudar a cargar unas bolsas a una clienta que tenía el auto estacionado justo en la esquina del negocio.
Lo último que hizo Pedro Leiva fue retroceder y estirar su brazo derecho como reflejo defensivo. Todo fue en vano ante una EcoSport lanzada a casi 50 kilómetros por hora.
La EcoSport, los videos así lo revelan, venía persiguiendo otro vehículo que dobló en esa esquina, pero cómo Codegoni tenía anestesiados los reflejos por sus consumos, no logró doblar a tiempo y cuando lo hizo fue derecho contra el almacén.
La imagen final del impacto y el cuerpo de Pedro aplastado, literalmente, contra la pared es terrible. A tal punto que solo se exhibió en el juicio y los medios que accedimos a dicho material preferimos no difundirlo.
Leiva, según la autopsia, falleció, palabras más palabras menos, por aplastamiento. El impacto le provocó la destrucción de casi todos sus órganos internos.
Condena ejemplar
En septiembre de 2022, Sandro Codegoni fue declarado responsable del delito de homicidio simple, es decir no fue la típica figura de una muerte en accidente de tránsito.
La fiscal del caso Eugenia Titanti dejó en claro en una de las audiencias: “En base a las circunstancias concretas entendemos que actuó con conocimiento pleno de los riesgos y resultados que asumía al realizar esa conducta”.
A la hora de la pena, Titanti solicitó que se le imponga una condena de nueve años de prisión, pero finalmente le dictaron ocho años y seis meses, la mayor pena que se haya impuesto en la provincia por matar al volante. Una condena ejemplificadora.
A fines de esta semana, el Tribunal de Impugnación integrado por los jueces Andrés Repetto, Nazareno Eulogio y Raúl Aufranc confirmó la sentencia por lo que el asesino Sandro Codegoni deberá cumplir la pena tras las rejas.
Manejar a lo Codegoni es algo que no puede volver a ocurrir, pero lamentablemente los borrachos al volante parecen ser una plaga que se debe combatir a diario.