El miércoles inicia juicio por un hecho de sangre a dos sujetos a los que intentó beneficiar un juez

Se trata de un violento ajuste de cuentas en octubre pasado en pleno centro de Río Grande, sobre el cual el juez de instrucción Daniel Cesari primero quiso sobreseer a uno de los imputados y luego una beneficiar a ambos con una “mediación”. Desde la fiscalía y la Cámara de Apelaciones impugnaron esas decisiones y este juez no tuvo mas opción que elevar a juicio a estos dos sujetos detenidos.

El Tribunal de Juicio dispuso para este miércoles 5 de octubre el inicio del juicio oral y público contra César Nicolás Rodríguez y Denis Lezcano por “lesiones graves y amenazas coactivas agravadas por el uso de un arma de fuego en concurso real”.

Ambos sujetos poseen frondoso prontuario y condenas, a pesar de lo cual la instrucción fue sumamente irregular por parte del juez Daniel Cesari Hernández, pese a lo cual –en esta y otras causas- el Superior Tribunal de Justicia sigue haciendo caso omiso a las graves situaciones que se siguen sucediendo en la forma de “impartir Justicia” en el Distrito Judicial Norte.

Mientras los jueces del Superior Tribunal de Justicia siguen llenándose la boca hablando de “empatía con la gente” en cuanto acto público presiden, en este caso sigue habiendo una víctima temerosa de represalias por parte de los imputados, la cual deberá declarar sumamente condicionada en este juicio, y con quien el juez de instrucción intentó hacer una “mediación” sin consentimiento de la fiscalía.

Subsanado los increíbles intentos de mediación y hasta de sobreseimientos por parte de Cesari, la causa llega finalmente a juicio con ambos sujetos detenidos; el fiscal Jorge López Oribe en la acusación y las defensas de los imputados representadas por el abogado Francisco Giménez y el defensor oficial Alejandro Nacaratto.

Para el juicio estarán previstos 10 testigos, entre ellos la víctima del hecho Luis Liporace, quien fue amenazado con un arma de fuego y lesionado con un elemento punzo cortante en una pierna, cuando estos dos sujetos irrumpieron en su vivienda de calle Alberdi por un “ajuste de cuentas”.