El juez Cesari realizó una inspección del corralón judicial donde se robaron motocicletas y constató falencias en materia de seguridad.
A simple vista un cerco perimetral de chapa que no cubre la totalidad del espacio hasta el suelo, dejando vacíos por los que fueron sustraídas las motocicletas. Falta de iluminación en la parte posterior, ninguna cámara y una vigilancia que se realiza desde un remolque de manera deficiente.
El juez Daniel Cesari Hernández llevó adelante con su equipo judicial y la Policía Científica así como Delitos Complejos; la inspección ocular del corralón de secuestros judiciales.
El predio que mide una hectárea aproximadamente dejó a la vista importantes falencias en materia de seguridad, una situación inconcebible para una fuerza dedicada precisamente a ello; la seguridad.
El juez de igual manera tras la inspección aseguró que aguarda “un informe de la división Científica respecto de las medidas de seguridad que vemos”, sin adelantar opinión.
El magistrado aseguró que se unificaron 3 causas distintas en relación a las motocicletas sustraídas del predio, y que aún son delitos con un imputado NN ó sea sin identificar.
De igual manera adelantó distintas diligencias en las próximas horas, siendo de destacar que aún un motovehículo sigue desaparecido.
Mala vigilancia ó complicidad
El magistrado interviniente asimismo fue consultado por la posición donde hoy se pudo observar en que lugar están incautadas las motocicletas.
Las mismas estaban en la parte delantera del predio a metros de la casilla de vigilancia, con la salida del predio de por medio, lo que hace que una sustracción no pase inadvertida para la vigilancia uniformada.
El juez aseguró que desconocía si el lugar de la sustracción era ese, o bien las motocicletas fueron reubicadas después del robo.
Más allá de esto el juez aseguró que de momento no tiene elementos que apuntan contra integrantes de la institución policial como facilitadores del robo.