RÍO TURBIO: Tenía 13, la violaron entre cuatro y se cruza con los abusadores en la calle
El abuso fue en 2013. Cuatro años más tarde se animó a denunciar. La Justicia procesó a dos mayores de edad -los otros eran menores- por la violación pero la causa está parada en el Juzgado de Recursos. La familia pide justicia. Detalles estremecedores del conmocionaste caso.(La Opinión Austral)
Una familia de Río Turbio está cansada de esperar por justicia. Hace siete años una joven de 13 años fue violada por un grupo de adolescentes. La causa, hoy, está parada. Los imputados nunca estuvieron ni un día detenidos y la víctima atravesó y atraviesa graves consecuencias, que hasta la llevaron a intentar quitarse la vida por el aberrante ataque sexual.
Se pudo detalles de la causa. El hecho se remonta a 2013, cuando la víctima tenía 13, pero recién cuatro años más tarde se radicó la denuncia. Hoy la misma, tras varios años de espera, está en el Juzgado de Recursos tras la apelación de la defensa (en 2019) de dos de los imputados, los únicos procesados del grupo de cuatro que participaron en el abuso.
Hoy la joven y su familia, representadas por el abogado Jorge Cabezas, están a la espera de ser notificados la determinación desde Recursos, augurando un rechazo a la apelación y una pronta elevación a juicio para los procesados por abuso sexual agravado: J.V y A.G. Los otros dos (L.F y A.B) eran menores al momento de acontecido el hecho.
El abuso se dio en el contexto de una “juntada”. La joven fue buscada por dos amigos y se dirigieron a la casa de uno de los sujetos procesados. A ellos no los conocía. Salió sin autorización de su madre, y en la reunión le dieron de tomar bebidas alcohólicas. Era la primera vez que ingería alcohol. Luego, se aprovecharon de su indefensión para someterla.
Según recuerda la joven -hoy ya mayor de edad y próxima a iniciar estudios terciarios en Buenos Aires- ella en un momento perdió la conciencia al ir al baño. En ese sentido no se descarta que haya habido presencia de estupefacientes, aunque esto no podrá determinarse nunca (al menos oficialmente, con estudios) sí además de alcohol había alguna droga en la bebida que ella ingirió.
Tras el abuso la joven tuvo cambios de conducta y si bien su madre la llevó a especialistas, estos los atribuyeron a “producto de la edad”. Por haberse “escapado” esa noche, no se animó a contar lo sucedido en su familia. No fue hasta sino cuatro años más tarde, cuando su novio instó a la suegra a hablar con su hija detenidamente, que le relató lo padecido.
A partir de allí la madre denunció en el Juzgado. La menor entró en depresión y estuvo con tratamiento psicológico. El día a día fue un infierno dado que, además, sus agresores sexuales siguieron -y siguen- libres y ocasionalmente, se los cruzaba en la calle. Por aquella época hubo restricción de acercamiento requerida por la familia.
La Cámara Gesell fue en Río Gallegos y dio positiva. Los cuatro denunciados se negaron a declarar ante la jueza Bettina Bustos, quien nunca ordenó la detención de ninguno, pese a que el material probatorio recolectado en el expediente fue suficiente para procesar a dos de ellos.
En un principio, la causa estuvo muy parada. La víctima, cansada de esperar justicia, realizó escraches públicos en las redes sociales. Hizo uno recientemente al no tener novedades sobre qué pasa con la apelación de los imputados. En caso de que se deniegue el recurso a los abogados de los denunciados por el abuso, la imputación quedará firme y solo restará la elevación a juicio.
EL RELATO EN PRIMERA PERSONA: “TRES AÑOS ESPERANDO JUSTICIA”
“Hace unos años atrás salí de mi casa para juntarme con mis amigos y ‘escabiar’, en esos años, yo recién estaba empezando a probar alcohol y esas cosas. Había llegado un mensaje para que caigamos a la casa de un pibe que muchos conocen, para que vayamos a seguir tomando. Ellos dijeron que sí y fuimos, yo sin haber tomado mucho alcohol me sentía mareada y pérdida (aclaro que tomé casi nada)”.
“No entendía nada mientras ellos estaban ahí viendo mi estado, recuerdo haber ido al baño por la descompostura que tenía, al reaccionar o ‘despertar’ estaba en la cama del dueño de la casa (el chico que nos había invitado) mis amigos con los que yo estaba ya se habían ido. Me sentía sola, no tenía fuerzas, ME DOLÍA, ellos estaban violándome entre 4 mientras uno GRABABA!”.
“Como ya dije, no tenía fuerzas para sacarlos, ya no me salía ni la voz, no sabía si era un sueño o era verdad, estaba en shock viendo como me penetraban y se reían, se turnaban para violarme. No recuerdo como llegué a mi casa ya que no estaba muy conciente. Recuerdo que me bañaba como 5 veces al día llorando porque me sentía sucia, me daba arcadas recordarlo y muchísima tristeza”.
“No le conté a nadie y me lo guardé durante todos estos años, a veces me quería convencer a mí misma de que eso no había pasado, y trataba de seguir con mi vida como si nada. El año pasado, pude sacarme ese peso de encima y contarle a Lucas mi pareja actual, él me escuchó y me pidió que le cuente por favor a mi mamá, yo no sabía cómo decirle a ella, porque recuerdo que me había escapado de mi casa. Hasta que junté todas mis fuerzas para contarle lo sucedido, ella llorando me abrazó y me prometió que todos esos pajeros van a ir a la cárcel, que van a pagar por todo eso que me hicieron!”