La Policía y el juez Cesari hicieron un megaoperativo en templo umbanda buscando el arma homicida de Gladys Moledo

Fue un procedimiento sin precedentes que se realizó ayer por la tarde en margen sur cercando un radio de varias cuadras, para trabajar con perros de rastreo y peritos en un domicilio donde esperan dar con el arma homicida o restos de las prendas de vestir ensangrentadas de los autores del hecho. Encontraron muchos elementos vinculados al rito umbanda y ahora se aguardan pericias, pero de dudosa utilidad en una iniciativa de la comisaría Cuarta en conjunto con el juez de turno, Daniel Cesari.

El procedimiento se centró en una chacra de calle Kau al 1000 denominada «Yatel» donde arribaron numerosos móviles y efectivos de la comisaría Cuarta, Servicios Especiales, Policía Científica y hasta la división canes que realizó rastrillajes intensos en el lugar, en busca de elementos con sangre.
 
Fue en el marco de la investigación por el crimen de Gladys Moledo, hecho por el cual hay dos mayores y un menor procesados y dos mujeres con momentánea “falta de mérito”.
 
El gran déficit de la causa es la ausencia del arma homicida y de las ropas ensangrentadas de los autores del hecho, las que se presume que fueron quemadas.
 
Todos estos elementos fueron minuciosamente buscados, tanto armas blancas como posibles rastros de algunas ropas o simplemente cualquier elementos de interés para la causa, por la que hay un cuarto hombre  vinculado al homicidio, aún no identificado.
 
El rastrillaje fue minucioso dada la gran cantidad de elementos encontrados, entre ellos varios cuchillos, y elementos rituales vinculados al umbandismo, culto religioso que profesan varios de los imputados.
 
Entre los numerosos cuchillos incautados se espera poder dar alguno que pueda tener algún rastro genético de la víctima.