STA. CRUZ: Buscan intensamente a un hombre por el asesinato del estanciero y temen por su vida

Mario Aguerre habría escuchado que lo buscaría la policía para ser llevado delante de un juez. Se fue de la estancia, solo y con un revólver. Lo buscan en lugares inhóspitos y de mal clima. (Tiempo Sur)

Un hombre de unos 47 años es intensamente buscado por la Policía de Santa Cruz (PSC) en inhóspitos lugares de la pre cordillera.
Se trata de Mario Aguerre, un puestero de estancia que había sido citado como testigo por el juzgado de instrucción penal de El Calafate.
Desde horas atrás, también se abrió una causa por “desaparición de persona”, y es buscado ya no solamente para que declare ante el juez, sino porque existe la idea que podría correr riesgo su vida.
El hombre es requerido por el juzgado calafatense para que preste declaración porque fue nombrado por otro peón como quien lo acompañaba al momento de encontrar fallecido a Ricardo Andrade.
Andrade, de 75 años, era el propietario de la pequeña estancia Chacabuco, ubicada en la zona del Lago San Martín, en el oeste de Santa Cruz.
El 21 de julio fue encontrado muerto, cerca de su casa, con cortes en su cabeza. Al lado de su cuerpo había un hacha ensangrentada.
La principal hipótesis es que hubo una pelea al menos entre Andrade y su asesino. El cuerpo fue encontrado por dos peones de una estancia vecina.
En un primer momento el juez calafatese Carlos Narvarte ordenó la detención de dos sobrinos del muerto, y de un peón, como posibles sospechosos.
Luego ordenó que la policía buscara a un segundo peón de la estancia vecina (La Federica) y que en su casa realizara un allanamiento.
Aguerre tenía que ser llevado al juzgado de El Calafate para que prestara declaración testimonial.
Fuentes judiciales indicaron que la policía no lo encontró. Cuando los uniformados fueron hasta la estancia, la estufa y una pava aún estaban caliente.
La policía recorrió puestos vecinos sin encontrar rastros. Los testimo nios les indicaron a los efectivos que Aguerre se habría ido de su estancia al escuchar en una radio la lectura de una noticia que indicaba un allanamiento y su posible detención.
Horas después el propietario de la estancia en la que trabaja Aguerre realizó la denuncia por desaparición de persona.