CDRO. RIVADAVIA: La trajeron engañada de Salta y la obligaban a prostituirse
Tiene 25 años y una historia difícil. Llegó en mayo a Comodoro porque le habían prometido un trabajo que la ayudaría a salir de la mísera situación que atravesaba en la provincia de Salta, donde vivía. Pero en estos dos meses vivió un infierno.
La tenían encerrada en una casa del barrio Las Flores, donde una mujer la obligaba a prostituirse en citas a las que siempre iba acompañada por algún guardia. Llegó a contar al menos tres distintos.
El domingo a la noche se escapó de su “cárcel” y en la huida rodó por la calle Las Violetas, casi Rivadavia. Estaba lastimada y alguien llamó a la Policía. Eran las 22.06 y en principio se creyó que se trataba de un caso de violencia de género. Es que estaba con un hombre, al que luego presentaría como su novio, con quien mantendría una relación desde hace tres semanas. Lo conoció en una de sus salidas permitidas.
Cuando llegó el móvil policial al lugar, encontró a los jóvenes que al parecer se hallaban en estado de ebriedad. Ella solo dijo: “me caí del cerro”. Pidió que la llevaran al hospital y llamaron una ambulancia. Parecía tener lesiones de consideración.
HABLO CON EL MEDICO
El primer médico que la vio se apellida Castiñeira y estaba a cargo de la ambulancia destinada al barrio 30 de Octubre. Una vez en el lugar, el profesional tomó la decisión de trasladar a la chica al Hospital Regional.
Eran las 23.30 del domingo cuando el policía que estaba de guardia en el
Hospital Regional informó a sus superiores que el médico Castiñeira le contó que la joven repetía una y otra vez que la habían traído “engañada” a Comodoro, desde Salta, y que la obligaban a “acostarme con hombres”.
El caso, entonces, comenzó a adquirir ribetes graves motivando la intervención policial de una forma más incisiva. Por ello oficiales de experiencia se dirigieron al Hospital Regional, donde el médico Néstor Yapura les reiteró lo que la joven le dijo a su colega Castiñeira.
Sin embargo, ante los uniformados la joven optó por el silencio. Hubo que insistir bastante para que relatara la real situación que atravesaba. Dio entonces su identidad, dijo que tenía 25 años y contó que la tenían encerrada en una casa donde una señora “me da la comida” y que la llevan a citas, donde la esperan y la llevan nuevamente a la casa-prisión.
Añadió que cuando salía a ver a su novio un auto blanco la seguía; que el domingo a la noche no pudo más y tomó la decisión de huir, por lo que corrió bastante para encontrarse con su novio al borde del cerro. Fue entonces que al ver el auto nuevamente, cayó rodando. Una versión daba cuenta de que había bebido algo, tal vez para reunir el coraje que precisaba para escapar.
Se le dio intervención a la Comisaría de la Mujer, pero desde allí dijeron que ese caso correspondía a la división Drogas Peligrosas y Leyes Especiales.
Finalmente, personal de Drogas dio intervención al Juzgado Federal de esta ciudad, donde la jueza Eva Parcio no se halla en la zona, por lo que es subrogada por su par de Esquel, Guido Otranto, quien ordenó aguardar a que la chica recobrara su lucidez para trasladarla a la Comisaría de la Mujer.