NEUQUEN: Su novio la explotaba sexualmente

Violencia de género. Una prostituta reveló el calvario sufrido. La explotó, golpeó y amenazó de muerte.(lmneuquen)

La violencia de género se manifiesta de muchas formas y Mía (nombre ficticio) padeció una de ellas. Ilusionada con el inicio de un noviazgo, le contó al joven que estaba conociendo que era trabajadora sexual y cuáles eran sus proyectos. A los meses, pudo darse cuenta de que su pareja la explotaba laboralmente y cuando quiso frenar esa situación, fue agredida físicamente y amenazada de muerte.
Mía tiene 34 años, es madre soltera de tres hijas (16, 11 y 3 años) y ejerce la prostitución desde hace seis años. Estuvo en varias “agencias” -como denominan a las casas donde trabajan- y el año pasado tenía la idea de abrirse por su cuenta. En octubre del año pasado conoció a quien sería su peor pesadilla.

 

Contrario a lo que ella esperaba, la reacción del joven respecto de su trabajo fue sumamente positiva. “Me respondió que estaba todo bien, que no tenía problema e incluso decidió ayudarme. Me dio el dinero para poder alquilar un departamento, ya que yo quería tener mi propio lugar y entrar a alquilar es muy caro”, contó Mía.
Así, de a poco, su pareja fue tomando cada vez más protagonismo en su vida y su trabajo. Si bien nunca llegó a conocer a su familia, sabía exactamente cómo eran sus hijas y dónde vivía, porque a Mía la conoció por la red social Facebook y por haberla llevado en más de una oportunidad a su casa.
Se volvió su proxeneta
La violencia de la que fue víctima llegó al punto de que él le controlaba todo, incluso cuando veía a sus hijas. Él era quien pagaba el alquiler, publicaba los avisos, compraba los profilácticos y acordaba los turnos para que ella trabajara. “Es más, él les cobraba y se quedaba en el comedor mientras yo trabajaba en la habitación”, confió, aún angustiada por lo vivido y por no haberse dado cuenta de que él siempre la vio como una mercancía.
A unos meses de haber atravesado su peor tormento, todavía recuerda como si fuera ayer lo vivido a fines de abril de este año. Hasta ese momento, “él tenía como una doble personalidad. Por momentos me cobijaba y por otros era una persona violenta que decía que lo había poseído un demonio”.
Le gritaba y le pegaba cachetadas, pero el 25 de abril casi la mata. Ese día, luego de que ella le dijera que había conseguido otra chica para compartir el departamento, algo que Mía veía como una salida a la explotación que sufría, su pareja enloqueció. “Me tomó del cuello y lo apretó. Me pegó en la cara y me abrazó tan fuerte que no podía moverme. En un momento aflojó, corrí y pude escapar”, recordó.
De la violencia física y económica pasó a las amenazas a través de mensajes de texto. Mía aseguró que nunca más lo vio, pero que entre mayo y julio contabilizó al menos 23 números de teléfono desde donde le enviaba mensajes amenazantes. “Me decía ‘te voy a matar a vos y a tus hijas las voy a violar y matar’, por ejemplo”, sostuvo en referencia a uno de los cientos de mensajes que recibió en esos meses. En otros, usaba su foto para ofrecer sus servicios como trabajadora sexual, sin su consentimiento.
Mía denunció la violencia de género que sufrió a manos de su pareja tanto en Fiscalía como en el Juzgado de Familia.
En la primera, la causa no ha avanzado e incluso parece archivada. Pero en Familia logró que le impongan una restricción de acercamiento, una consigna policial a ella, así como también le brindaron la asistencia psicológica de los profesionales del Centro de Atención a la Víctima del Delito.