NEUQUÉN: Intento de secuestro en barrio Confluencia: imágenes sensibles
La Policía ubicó a la víctima en una plaza de Confluencia, el SIEN lo asistió, se negó a denunciar y ahora accedió. Se ordenó un examen forense. (lmneuquen)
Tras el brutal ataque e intento de secuestro sufrido por un joven en el barrio Confluencia, la Policía logró ubicarlo, fue asistido, pero se negó a denunciar. El dato es entendible: está en situación de calle, delinque y sufre de adicciones. Por este motivo, denunciar, en su lógica de superviviente, no es una alternativa sino un problema.
No obstante, la Policía y la fiscalía tomaron intervención y finalmente se supo que accedió a denunciar la agresión, pero no se confirmó si dio nombre de los atacantes a los cuales conoce. Ahora, será examinado por el Cuerpo Médico Forense para determinar las características de las lesiones.
Vale recordar que el hecho trascendió a partir del video que se viralizó y una denuncia anónima.
El comisario Claudio Guevara, contó que se pudo determinar que el hecho ocurrió alrededor de las 19:30 del martes en cercanías del Mayorista Vital.
La golpiza que se observa que recibe el joven es tremenda. Entre tres jóvenes, uno de ellos con el rostro cubierto lo tiran al suelo y entre patadas, trompadas y golpes con una limpia vidrios intentan reducirlo para introducir en la caja de un utilitario.
El joven en la desesperación grita pidiendo ayuda en reiteradas ocasiones y se escucha en forma muy clara. Quienes filmaron el video, optaron por el no te metas y hasta se escuchan risas de fondo.
Lo cierto es que al joven hasta le enlazaron el cuello con un trapo para subirlo al utilitario y en la desesperación forcejó con tanta intensa que logró zafarse y huir.
¿Quién y de dónde es la víctima?
Tras tomar estado público el hecho, la policía logró ubicar al joven en una plaza cercana al lugar donde se produjo el ataque. Se trata de Cristian Gabriel López, de 30 años. Es oriundo de Mar del Plata y vive en Neuquén desde hace dos años. Está en situación de calle y es conocido del ambiente delictivo.
Al vivir en forma marginal, ni siquiera acudió al hospital o una sala de salud para que le revisen las lesiones, por lo que personal del SIEN fue hasta la plaza donde lo encontraron y le realizaron las curaciones del caso.
Hay datos que dan cuenta que López acude a firmar al patronato del liberado por al menos cuatro delitos de robo contra la propiedad. Uno de ellos fue a unos gitanos de Neuquén que también le propinaron una dura golpiza. Es decir, se maneja en el ambiente y conoce las consecuencias de las leyes de la marginalidad.
En las calles, donde hay reglas no escritas, se debe respetar ciertos códigos que López habría violado. De ser cierta la tentativa de robo, es un motivo suficiente para recibir una golpiza, de acuerdo a los códigos del ambiente, pero de ahí a cargarlo en un vehículo hay una brecha muy amplia que hace ruido.
La teoría alternativa que se maneja, es que los atacantes manejan la esquina en disputa y López se que quiso meter y por eso lo sacaron. Esto es parte de las guerras territoriales que datan de la epoca de los trapitos, lavacoches y ahora limpiavidrios.
Ojo, que lo hayan querido cargar en el utilitario invita a imaginar a un final trágico y eso sí que es alarmante.
Lo cierto es que la Policía avanza en la investigación e identificación de los agresores para poder concretar su demora.
¿Por qué el ataque?
Respecto de los motivos por los cuales fue atacado con tanta brutalidad, hay una versión oficial y una alternativa.
“Aparentemente, tuvo inconvenientes porque habría intentado cometer un robo o un hurto contra estas personas que se movilizaban en la Peugeot Partner y ellos vieron eso y quisieron tomar justicia por mano propia“, explicó Guevara.
En las calles, donde hay reglas no escritas, se debe respetar ciertos códigos que López habría violado. De ser cierta la tentativa de robo, es un motivo suficiente para recibir una golpiza, de acuerdo a los códigos del ambiente, pero de ahí a cargarlo en un vehículo hay una brecha muy amplia que hace ruido.
La teoría alternativa que se maneja, es que los atacantes manejan la esquina en disputa y López se que quiso meter y por eso lo sacaron. Esto es parte de las guerras territoriales que datan de la epoca de los trapitos, lavacoches y ahora limpiavidrios.
Ojo, que lo hayan querido cargar en el utilitario invita a imaginar a un final trágico y eso sí que es alarmante.
Lo cierto es que la Policía avanza en la investigación e identificación de los agresores para poder concretar su demora.