NEUQUÉN: Atacó a trompadas al hijo de su ex en un boliche
La agresión quedó registrada por las cámaras de Club Berlín. La querella pide que la fiscal de Rincón de los Sauces acuse. (lmneuquen)
Un joven de 18 años fue agredido a trompadas en el ingreso al boliche Club Berlín, en, Eincón de Los Sauces por un hombre de más de 40 años, expareja de su mamá. Por temor, se fue del pueblo y ahora vive con su papá en Añelo. Reclaman que la fiscalía le formule cargos al agresor.
Todo es vertiginoso, violento y real. La secuencia dura un minuto, en el que se aprecia una escalada de violencia alarmante. Hubo golpes que, si los conectaba, el joven no se sabe cómo hubiese terminado. La intensión también cuenta, no se olviden.
Al personal de seguridad del boliche se los observa haciendo esfuerzos denodados para evitar que reingresen al local.
Una vez que se produce el incidente, todos quedan enredados en una danza local y brutal, donde un par de tipos adultos golpean al joven de buzo blanco, la víctima, mientras unos patovicas tratan de frenarlos.
El remolino de golpes y agarrones provoca que entren y salgan del boliche. De fondo, afuera, se ven las sirenas de la Policía.
Madrugada a las trompadas en Berlín
El incidente ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada del 18 de noviembre del año pasado el boliche Berlín de Rincón de los Sauces.
A ese local fue el joven fue con un amigo y tuvo la mala suerte que el ex de su mamá concurriera con dos amigos.
Pero hay que tener en cuenta que es Rincón, no Las Vegas. Las posibilidades de encontrarse en un local nocturno son altísimas.
En un momento se cruzaron y el hombre le manifestó que “con él estaba todo mal”. Tiempo atrás le había dicho a su ex, durante una discusión donde ella le dijo que iba a llamar a su hijo, “tráelo que a ese le tengo un hambre terrible”, recordó el abogado querellante Fabián Flores.
Por eso, cuando se cruzaron el boliche, hubo un intercambio de palabras y la brutal reacción del hombre contra el joven, que acababa de cumplir 18 años.
Tras la gresca, el joven terminó en la Clínica Maternidad Rincón, donde permaneció internado 48 horas en observación.
Los médicos diagnosticaron: “politraumatismos sin pérdida del conocimiento, hematomas, escoriaciones y síntomas de estrés postraumático con alteración del descanso”.
El alta se la dieron el 20 de noviembre y la justicia dispuso medidas de protección que incluyeron rondines policiales y una prohibición de acercamiento.
Al segundo día de recibir el alta, fue amenazado en plena calle por un sobrino de su agresor. Pueblo chico, infierno grande.
Esa situación derivó en que el joven se mudara a vivir con su papá a Añelo por una cuestión de seguridad.
El pasado 22 de mayo, en una audiencia, se supo que la fiscalía aplicó un criterio de oportunidad entendiendo que no hubo un perjuicio o afectación del interés público. El agresor no tenía antecedentes y al joven le consiguieron asistencia psicológica en el hospital público de la localidad.
“De conformidad con lo previsto, este Ministerio Público Fiscal prescinde del ejercicio de la acción penal”, refirió la funcionaria judicial en la audiencia.
Esta situación disparó la indignación de la familia del joven y de su abogado querellante porque ni siquiera le formularon cargos.
No obstante, el juez de garantías resolvió revocar el criterio de oportunidad y ordenó que se continúe con las medidas investigativas del caso.