CDRO. RIVADAVIA: Terror en un jardín de infantes: se tirotearon en la puerta

En la institución escucharon entre 6 y 8 disparos, e incluso algunas paredes sufrieron perforaciones. Niños y docentes tuvieron que arrojarse al suelo. Los disparos ocurrieron en medio de una fuerte pelea entre dos personas. (adnsur.com.ar)

Este viernes a la mañana, el personal del Jardín de Infantes del barrio San Martín y los propios niños vivieron momentos de tensión extrema a raíz de una pelea que se vivió en la puerta de la institución y que terminó a los tiros. 

Al escuchar la seguidilla de impactos de bala los docentes tuvieron que ordenarles a los niños de 4 y 5 que se tiren al suelo y se refugien debajo de las mesas, ante la posibilidad de que uno de los disparos pudiera alcanzarlos.

Según informó Crónica, allí se oyeron entre 6 y 8 disparos, varios de los cuales, además, impactaron en las paredes del Jardín 426, ubicado en Naranjos y Huergo.

Además, el auto de una docente sufrió abolladuras a raíz de los golpes entre los dos sujetos que protagonizaron la violenta pelea. 

En un primer momento las autoridades creyeron que estaban atentando contra la institución pero luego se descartó la posibilidad. 

Pelea y disparos

Todo comenzó con la discusión entre dos personas a la que le sucedió una fuerte agresión física que terminó con disparos por parte de uno de los agresores.  

“Cuando llegó la policía no nos dejaron salir afuera y se llenó de patrulleros y policías que entraban y salían; fueron momentos de mucho miedo”, indicaron a ese diario algunos testigos. 

Al lugar llegaron policías de la Seccional Séptima que también convocaron a la Policía Científica para intentar dilucidar lo ocurrido tras levantar rastros en las inmediaciones de la institución. 

Más allá de la escena de terror que vivieron en el establecimiento educativo, no hubo que lamentar heridos. 

El caso quedó en manos de la División Policial de Investigaciones, que además de testimonios de quienes presenciaron el violento hecho, intentaban dar con imágenes de las cámaras de seguridad para intentar tener pruebas sobre el grave hecho, que podría haber terminado en tragedia.