PTA. ARENAS: Joven que fue injustamente inculpado de homicidio en local “Private” es sobreseído
El hombre estuvo cinco días en la cárcel por el asesinato de un militar en el local nocturno la Navidad pasada. Sin embargo, al momento de los hechos se encontraba en otro lugar. “Era un proceso que ya quería terminar”, dice. (El Pingüino)
Comunicada la decisión del juez, Bryant Álvarez Sánchez se fundió en un abrazo con su padre. Ayer el Juzgado de Garantía de Punta Arenas lo sobreseyó del homicidio ocurrido en el local nocturno “Private” en la Navidad pasada.
El joven fue detenido aquella madrugada del 25 de diciembre tras presentarse en el Hospital Clínico de Magallanes. Su aspecto sanguinolento y el testimonio de testigos lo involucraron en el asesinato de Matías Muñoz Maturana, un funcionario del Ejército.
Bryant estuvo en prisión preventiva, pero antes de Año Nuevo recuperó su libertad. Las cámaras de vigilancia lo situaban en la discoteca Lux durante la ocurrencia de los hechos y sus heridas se justificaban por otro altercado.
El desarrollo de la investigación se dirigió hacia Hernán Barría Legue, quien confesó haber ultimado al soldado tras su detención. Él fue descubierto a partir de las cámaras municipales, las nuevas declaraciones de testigos y el relato de su acompañante al momento de los hechos. Actualmente cumple prisión preventiva.
Ayer la Defensoría Penal Pública expuso ante el tribunal los antecedentes que exculpaban a Bryant, quien mantenía su calidad de imputado por un delito de homicidio. Incluyeron como prueba las compras por Red Compra que hizo en la discoteca Lux.
Las alegaciones fueron acogidas por el juez Franco Reyes, quien resolvió que la inocencia se acreditaba “por el registro de cámaras que lo posicionan en hora, tiempo y lugar claramente distintos y distinguibles respecto a donde se efectuaron los hechos”.
Exculpado: “Era un proceso que ya quería terminar”
Bryant recibió aliviado la noticia de su sobreseimiento. “Esto me llevó a vivir mi vida de una forma diferente, siempre con mucha más precaución. No me permitió salir del todo tranquilo o salir a donde yo quisiera. Me daba nervios que me volviera a pasar lo que ya me había pasado”, señala.
Trabajador en una planta faenadora de salmones, el joven de 22 años debió estar recluido en el Complejo Penitenciario de Punta Arenas durante cinco días por la errónea imputación. “Es una experiencia que no se la deseo a nadie. Son procesos que le ponen a uno y que se deben afrontar. Gracias a Dios fue por un tiempo pequeño”, dice.
“Era un proceso que ya quería terminar, quería poder estar tranquilo, descansar”, agrega.