PTA. ARENAS: “Me hago responsable del lamentable fallecimiento de la señora”

En la primera jornada de rendición de pruebas el imputado declaró ante los jueces sobre los seis disparos que percutió hacia un domicilio en julio del 2018. (El Pinguino)

Ayer se inició el juicio en contra del único imputado por el homicidio de Marcela Soto Álvarez, una mujer que falleció a sus 54 años tras recibir un impacto de bala al interior de un domicilio en la Población Simón Bolívar.

El acusado, Sergio Quinchamán Hernández, arriesga hasta 23 años de cárcel por homicidio simple, disparos injustificados y tenencia ilegal de arma de fuego.

“¿Te ‘acordái’ de mí?”

La Fiscalía intentará acreditar los hechos ocurridos el 28 de julio del 2018. Esa madrugada el acusado concurrió al domicilio donde un grupo de familiares y amigos se encontraban compartiendo. De acuerdo a los antecedentes de la investigación, esperaba reunirse con una de las asistentes.

Premunido de una pistola de fabricación rusa, el imputado tocó la puerta y fue recibido por un hombre adulto. “¿Te acordái de mí?”, le habría dicho, según la acusación.

Aunque le cerraron el acceso por no tratarse de una persona conocida, el acusado insistió con golpes a la puerta. Una vez que se la abrieron por segunda vez, el imputado desenfundó el arma y apuntó en la cara al mismo hombre. Intentó disparar, pero no tuvo éxito.

El afectado aprovechó de cerrar la puerta y esconderse con el resto al interior de la casa. Desde el antejardín, Quinchamán Hernández disparó en al menos seis oportunidades hacia el domicilio.

Uno de los proyectiles impactó en el abdomen de Marcela Soto Álvarez. Falleció en presencia de sus hijos a sus 54 años de edad.

El resto de las balas concluyeron en el living y la cocina. Uno de los proyectiles terminó alojado en el refrigerador.

“Quizás yo iba a ser el finado”

El juicio en contra de Quinchamán Hernández está programado para seis jornadas. Durante su desarrollo podrán testificar 26 testigos y seis peritos.

El acusado renunció a su derecho de guardar silencio y prestó declaración. “Me hago responsable del lamentable fallecimiento de la señora, pero todo tuvo un origen”, dijo ante los jueces.

Según su relato, antes de desenfundar la pistola fue amenazado con un arma blanca por parte de quien lo recibió. “Si no hubiese estado con mi arma de fuego, quizás yo iba a ser la persona que iba a ser finada”, dijo.

El fiscal encargado de rendir la prueba, Fernando Dobson, esbozó otra teoría en su alegato de apertura: “Fue una actuación intencionada y desmedida por la medida de percutir un arma de fuego en seis oportunidades”, dijo.