Procesaron al conductor que atropelló trágicamente a Santiago Liquín; iba a más de 65 k/h
El procesamiento fue por los delitos de homicidio culposo en relación al estudiante fallecido y lesiones culposas respecto del amigo que lo acompañaba, quien se salvó por centímetros.
Aquella madrugada del 29 de octubre Santiago Liquín de 18 años y su amigo Matías Berger de 19, cruzaban la avenida San Martín para tirar en un cesto de basura frente al Hipertehuelche, una botella en la que iban consumiendo vodka con jugo, rumbo a la serenata en el Cono de Sombra.
Ese cruce terminó en fatalidad cuando una Dodge Journey, conducida por Germán Sopena de 44 años, los arrolló a poco de llegar al cantero central de la avenida, falleciendo Liquín a las pocas horas de su traslado al hospital a causa de las lesiones sufridas en la cabeza.
La pericia accidentológica y una pericia mecánica de una de las partes, determinaron que la velocidad de impacto no fue menor a 65,2 kilómetros por hora; excediendo el máximo permitido en zona urbana.
Asimismo el juez de la causa, el de instrucción 1 Daniel Cesari Hernández; consideró como fundamento condenatorio para el conductor los 0,32 g/l de alcohol en sangre, y que llevaba aparentemente las luces apagadas, ya que al momento del peritaje mecánico el rodado (que estaba preservado) presentaba las luces apagadas, siendo ello coincidente con la declaración del sobreviviente que “no vieron venir la camioneta”.
La resolución de primera instancia no compromete la situación de libertad del conductor.