PTA. ARENAS: Tribunal decretó prisión preventiva contra esposa, hija e hijo de desabollador asesinado
Con un plazo de 4 meses cuenta desde hoy (25 de agosto) la Fiscalía para reunir los antecedentes que le permitan acusar a las tres personas detenidas por el homicidio del desabollador puntarenense Omar Díaz Barría, quien fue encontrado sin vida, y con evidentes señales de haber sido asesinado, el 10 de febrero de 2018. Durante el plazo fijado, la esposa del occiso, M.I.P.M. de 61 años, y dos de sus hijos, O.A.D.P. (24) y C.P.D.P. (22)., deberán permanecer en prisión preventiva. (El Magallánico)
De acuerdo a los antecedentes dados a conocer durante la formalización de la investigación por Fernando Dobson, fiscal jefe de Punta Arenas, el 5 de febrero de 2018, y mientras la víctima se encontraba bajo los efectos del alcohol en su domicilio, los imputados lo habrían atacado, propinándole múltiples heridas corto-punzantes, alrededor de 85 cortes en total, ataque que motivó que se desangrara hasta perder la vida.
Luego de eso -según los antecedentes- la mujer y sus dos hijos habrían intentado deshacerse del cuerpo, trasladándolo a un sitio baldío de Villa Generosa, en el extremo sur-poniente de Punta Arenas, donde habrían intentado desmembrar y quemar el cadáver, abandonándolo en el lugar.
A criterio del Ministerio Público, lo anterior constituye un delito de parricidio, sindicando a los tres detenidos como co-autores del hecho de sangre, solicitando que se impusiera la medida de encierro preventivo.
¿Cómo se llegó a la detención de los familiares?
Fundamental para el resultado de la investigación habría sido el rastreo de las llamadas que se hicieron del teléfono celular de la víctima, que descartaría la salida de su hogar, como lo denunció la familia.
Asimismo, la noche en que desapareció Díaz Barría, sus dos hijos imputados mantuvieron un inusual tráfico de llamados durante la noche, 9 llamadas, lo que cautivó la atención de los investigadores.
También, hubo algunas contradicciones de parte de la viuda del fallecido en las entrevistas que entregó a la PDI, lo que habría orientado las sospechas hacia su persona.
Pero, evidente relevancia se les dio a los mensajes que se recuperaron del teléfono de la hija imputada, que evidenciaban peculiares conversaciones que se tenía con otro familiar respecto de que podrían estar siendo vigilados, y que tuvieran cuidado por si estaban intervenidos sus celulares.
Se argumentó además que el informe de autopsia acreditó que al menos dos personas atacaron a la víctima que se encontraba en estado de ebriedad, que se le intentó desmembrar a través de alguna herramienta, y que finalmente fue abandonado y carcomido por animales en un predio en el sector de Villa Generosa.
Un detalle que se ventiló casi al final de la audiencia, reveló que la billetera del occiso fue encontrada ayer en el domicilio de los imputados, pese a que ellos afirmaron que había salido a comprar el día de su desaparición.
“La Fiscalía no tiene prueba científica”
“Esto es una suma de sospechas y especulaciones policiales” enfatizó el defensor Ramón Bórquez en su intervención, sosteniendo que de todos los antecedentes expuestos por la Fiscalía ninguno daría cuenta de que los imputados tuvieran participación directa en el homicidio.
Argumentó que faltó en la carpeta investigativa prueba científica, además de la ausencia de arma homicida, o el teléfono de la víctima, tampoco de declaraciones de testigos que vieran conductas sospechosas que hicieran sospechar el traslado de un cuerpo el día del crimen.
Subrayó respecto de la georreferenciación hecha con las llamadas telefónicas que no es una prueba científica, a diferencia de una prueba de ADN, prueba que tendría real valor si es que se hubiese encontrada, o algún resto de sangre en la casa de calle Miraflores, donde supuestamente ocurrió el homicidio.
Incluso Bórquez sacó a colación el caso de la desaparición de Irma Solís en 2015, causa en que la Fiscalía también basó su caso en la georreferenciación de llamadas telefónicas, proceso penal seguido contra la ex pareja de la mujer desaparecida que finalmente terminó con la desestima de los cargos de secuestro que en su momento se plantearon, y que lo mantuvieron incluso en prisión preventiva.
“Nosotros no queremos que errores como ese se vuelvan a cometer ahora”, enfatizó el defensor.
Es propio señalar que durante la audiencia se le ofreció la palabra a los imputados, hablaron los hijos de la víctima, no obstante, sólo se refirieron a elementos de la prueba desestimando que tuvieran la relevancia que se les estaba entregando, aunque nada dijeron contra los cargos que se le imputaron.
La esposa de Díaz Barría guardó silencio.
Decisión judicial
Finalmente, y cerca de las 23:30 horas, el magistrado Juan Santiago Villa acogió la medida de prisión preventiva, ordenando el encierro, al menos mientras dure la investigación, de la madre y sus dos hijos, estimando que la prueba hasta ahora dada a conocer, hace al menos suponer la participación de ellos en el parricidio de Omar Díaz Barría.