Dos menores demorados por prender fuego a dos camionetas de Gobierno abandonadas detrás del Muriel

Una situación de desidia por todos lados; menores que hacen cualquier cosa en horas de la noche, con total desconocimiento de sus padres que llegan a defenderlos cuando tuvo que actuar la Policía. Por otro lado un Estado que es un desmadre, dos camionetas tiradas junto a un montón de elementos en desuso de sus instituciones, en un descampado sin seguridad entre un gimnasio y una escuela. El fuego afortunadamente no se propagó.

 
Los jóvenes evidentemente se encontraban jugando en el predio posterior al gimnasio Muriel que tiene salida hacia la calle Díaz Chara donde fueron demorados dos menores, de 12 y 15 años, cuando escapaban del lugar donde comenzaron a arder dos camionetas Chevrolet, en desuso.
 
Los rodados pertenecen al parque automotor del Estado Provincial, e increíblemente están tiradas abandonadas junto a un cúmulo de residuos y elementos en desuso de diversas instituciones, en un predio que no tiene los alambrados en condiciones y es de fácil acceso para cualquiera.
 
Como siempre lo que es de todos no es de nadie, y en un Estado Provincial que es un desmadre de funcionarios haciendo lo que se les antoja con los recursos estatales, también hay un desgobierno carente de directivas ni iniciativa por siquiera ordenar un predio a fin de evitar un mal mayor.
 
Esta vez afortunadamente el fuego no se propagó, pudiendo afectar al gimnasio Muriel que estaba a pleno con actividades deportivas, ni el edificio de la escuela Alicia Moreau de Justo. Todo a escasos metros del edificio de la escuela 20 que en marzo sufrió un incendio intencional.
 
Los menores fueron entregados a la Preventora de Minoridad y Familia, para ser devuelto a los preocupados padres que siempre aparecen al momento de la intervención policial, para brindar fantásticos relatos sobre la inocencia de sus hijos, amenazar telefónicamente con llamados a presuntos abogados del otro lado de la línea, y finalmente disertar sobre leyes que protegen a la niñez.
 
Minutos antes eran un desconocimiento total del paradero de sus hijos en la noche de martes.