NEUQUÉN: Taxista baleado: los médicos le confirmaron que no volverá a caminar
La madrugada del 13 de julio, cuando Pablo salió en el taxi a trabajar, por su cabeza no pasaba ni de manera descabellada todo lo que sucedió en tan solo 13 segundos. Tras resistirse al asalto le ejecutaron un tiro a quemarropa que ingresó por la parte media de la espalda dañando la médula y los intestinos. El proyectil terminó alojado en la zona de la cadera.
En esos segundos cruciales, Pablo tuvo los reflejos suficientes para enviar un mensaje de WhatsApp a su patrón pidiendo que le mandaran la Policía y una ambulancia.
El taxista sobrevivió de milagro. En el hospital Regional los profesionales le realizaron una operación en la que debieron ensamblar los intestinos dañados por el proyectil. La lesión en la médula no auguraba buen pronóstico, pero primero había que mantenerlo con vida y eso se logró.
El jueves pasado, mientras trasladaban a Pablo para hacerle una resonancia y así tener un diagnóstico más preciso sobre su lesión en la médula, la bala alojada en la cadera se desplazó por lo que debieron hacer una operación de urgencia en la que extrajeron el proyectil.
La familia confió que la intervención quirúrgica había salido bien y que Pablo tenía mucho dolor.
El viernes le realizaron la resonancia y ayer les dieron los resultados. Si bien la semana pasada la familia tenía la esperanza de que Pablo saliera del hospital aunque sea rengueando, ayer se truncó todo cuando el médico les dio el informe.
La lesión del proyectil fue severa, afectó la médula y Pablo ya no tiene sensibilidad en las piernas, por lo que no volverá a caminar. A esto también se suma que, producto de los fuertes dolores, habrá que calmarlo durante un tiempo con morfina, lo que podría generarle cierta dependencia al organismo.
La familia explicó que está consternada porque se cortó el último hilo de esperanza que tenían y ahora están haciendo todo lo posible para reponerse rápidamente porque tienen que sacar adelante a Pablo, que está sumido en una profunda depresión.
“Salió a laburar y ya no va a caminar más. Más allá de la alegría de que se salvara, esto no deja de ser algo muy duro”, concluyó Rubén, hermano de Pablo.
Por su parte, los agresores, Daniel Costich, Axel Jara y Ezequiel Roa Moreno, acusados de robo doblemente calificado por el uso de arma de fuego y lesiones, están detenidos con prisión preventiva por el término de seis meses.