El sistema de pulseras para prisión domiciliaria cumplió dos años en la provincia con 7 personas que son monitoreadas

El régimen tiene muchos cuestionamientos sociales para su aplicación, pero en la provincia se cumple de una forma segura, con monitoreo permanente y sin ningún inconveniente desde hace dos años. Además descomprime la problemática carcelaria con casos de personas al cuidado de niños pequeños, con enfermedades crónicas o mayores a los 70 años.
  “Hoy tenemos 7 casos, 4 en Río Grande y 3 en Ushuaia” señaló el director del Servicio Penitenciario Claudio Cánovas, quien presentó a este medio el centro de monitoreo que el servicio maneja desde Río Grande para monitorear el régimen que cumplió dos años de vigencia.   “Venimos bien es un sistema que funciona correctamente hace dos años sin problemas, es una cárcel virtual que solo demanda corriente eléctrica y señal de internet para el funcionamiento del equipo”, explica Cánovas, a la vez que el coordinador del sistema, Luis Herrera, muestra la sala de monitoreo.   “Es confiable, alerta de todo movimiento, si se salta el rango o perímetro inmediatamente nos salta la alarma y damos alerta a la Policía, incluso si se intenta cortar la pulsera o manipular la caja”, que es una especie de teléfono con un chip mediante el cual pueden tener contacto inmediato con el detenido.   “Las salidas son autorizadas por la Justicia, se notifican y por eso no actuamos cuando nos salta el alarma en esos casos, quedando el Patronato de Liberados a cargo de esos movimientos, pero acá queda todo registrado y controlado”, muestran desde el centro de monitoreo en un sistema que hasta el momento ha demostrado ser infalible en el caso de la provincia.