PTA. ARENAS: Hija de magallánica condenada a presidio perpetuo en Ushuaia busca demostrar la inocencia de su madre
María Mercedes Soto Maldonado, chilena, magallánica, cumplirá el próximo 10 de julio 70 años de edad y desde el 7 de junio del año pasado cumple prisión en la cárcel de Ushuaia, República Argentina. Es madre de Maclovia Elizabeth y Francisco Leandro, y abuela de tres nietos (15, 17 y 22 años).
El nombre de esta mujer saltó a la palestra hace poco cuando fue detenida, llevada a juicio y condenada a presidio perpetuo acusada de homicidio agravado por el vínculo, luego de que fuera encontrada culpable de dar muerte a su marido, pese a que desde un comienzo ha alegado absoluta inocencia.
Este fallo ha impactado fuertemente a la comunidad de Ushuaia al conocerse las circunstancias que han rodeado la muerte de José Huenante Huenante, de 70 años, y cómo la Fiscalía forjó su acusación.
La detención de esta magallánica ha trastocado drásticamente su entorno familiar acá en Punta Arenas, en particular la vida de su hija Maclovia Díaz Soto, quien ha tenido que dejar su hogar y seres queridos para radicarse temporalmente al otro lado de la frontera, para estar cerca de su madre y agotar todas las instancias legales para demostrar su plena inocencia en los hechos que sustentan la acusación.
En Punta Arenas, María Mercedes era vendedora ambulante y desde 1995 comenzó a frecuentar Ushuaia y después de un año conoció a Huenante, iniciando una relación de pareja. Llevaban una convivencia de dos décadas. Nunca tuvieron hijos. Ella era divorciada.
La mujer siguió con su trabajo y tenía su propiedad en calle Videla de esta ciudad, hasta donde viajaba cada 15 días. Viajaron juntos tanto dentro de Chile como de Argentina.
“Llevaron una muy buena vida en pareja, bien llevados, aunque hubo tres años que no estuvieron juntos (2009-2012), se distanciaron, hasta que él (Huenante) la vino a buscar. En 2012 retomaron la convivencia, regresando a Ushuaia”, relata la hija.
El hombre era diabético, por lo que requería de ciertos cuidados. Esto no impedía que la mujer siguiera viajando periódicamente a Punta Arenas para compartir con su familia, aunque debió abandonar su actividad de vendedora ambulante, a consecuencia de una incapacidad permanente en ambos brazos (68.3 de invalidez).
En noviembre de 2017 al “tío” -como llama Maclovia a Huenante- sufrió un accidente cerebro vascular (hemiplejia del lado izquierdo). Su madre contrató a una cuidadora, masajista y kinesióloga para su rehabilitación. “Yo incluso viajé desde Punta Arenas a cuidarlo”, admite. A medida que pasaban los días iba teniendo mejoría, según le comunicaba su madre vía whatsApp.
El 10 de mayo de 2018 ambos contrajeron matrimonio y 24 días después, específicamente el 4 de junio, la cuidadora halló al hombre sin vida, con una soga amarrada al cuello, al interior de la vivienda que la pareja compartía en Aristóbulo del Valle al 500, del barrio San Vicente, en Ushuaia.
“Si bien el tío era persona muy activa, muy trabajadora, 20 días antes se le veía decaído, no quería comer”, relata la hija.
Poco antes de que el hombre fuera encontrado muerto, el matrimonio estuvo tendido en la cama mirando televisión. “Mi madre se fue a dormir a las 0,30 del 4 de junio y él se quedó sentado en su cama, hasta que a las 8 horas, al llegar la cuidadora, lo encuentra tirado en el suelo. Su grito desgarrador despertó a mi madre: tenía una soga que rodeaba su cuello. Entre las dos procuraron dentro de su desesperación retirar la cuerda. Llamaron a la ambulancia, pero ya estaba fallecido. La policía no dejó que mi mamá se acercara al cuerpo, cayendo en un estado de shock”.
Desde ese día María Mercedes se encuentra detenida. Primeramente estuvo dos días en la comisaría, donde durmió en el suelo, para ser posteriormente derivada a la cárcel de mujeres en Ushuaia, tal cual lo decretó la jueza penal María Cristina Barrionuevo, al considerar que en ese entonces había elementos de prueba suficientes para sostener que la mujer estranguló a su marido y enseguida montó un escenario para generar la impresión de que se había suicidado. Asimismo le dictó la prisión preventiva.
La hija cuenta que días antes de la muerte, su madre compró un pasaje en bus con la idea de viajar a ver a su familia a Punta Arenas. Se había organizado de tal manera que durante su ausencia la cuidadora quedaría encargada de asistir a su marido. Esto ocurriría el 7 de junio. Pero ya para ese entonces se encontraba sometida a prisión. Ese mismo día Maclovia arribaba a Ushuaia para interiorizarse sobre la suerte de su mamá.
Inocencia
“Desde entonces ella está viviendo una verdadera injusticia, porque no mató a nadie, es plenamente inocente de lo que la están culpando. El tío fue siempre su prioridad y conociéndola no sería capaz de hacer algo semejante, como estrangularlo. Creemos en su inocencia y así lo demostramos en el juicio, aunque el Tribunal, en esta fase, falló una cosa distinta”.
La familia contrató a los mejores peritos argentinos quienes echaron por tierra la tesis sostenida por la Fiscalía, que José Huenante haya muerto estrangulado. “Simplemente se cayó, se rompió la base del cráneo, eso fue lo que pasó”, señala.
Sobre la existencia de la cuerda alrededor del cuello, Maclovia explica que la soga fue llevada por un amigo del matrimonio, la que se amarraba de las patas del sofá cama a un sillón de modo de asegurar que el enfermo no se cayera durante las noches.
Frente al complejo escenario judicial que enfrenta esta mujer, la hija ha debido dejar su hogar y su familia en Punta Arenas para estar cerca de su progenitora. Arrendó una pieza, porque la casa donde vivía el matrimonio se encuentra clausurada por mandato judicial.
“Dejar de un día para otro a mi familia e ir a luchar por una injusticia enorme, ha sido muy fuerte, hay que tener ‘cuero de chancho’”, confiesa.
Sólo tiene palabras de agradecimientos para el cónsul de Chile en Ushuaia, Luis Felipe Artal, de quien ha recibido todo el apoyo, y se ha mantenido atento ante cualquier requerimiento.
Reitera que su madre es inocente y es la lucha que dará hasta el final. Para ello contrató al mejor abogado penalista de Tierra del Fuego, Raúl Paderne, quien también se muestra confiado que su representada fue detenida y condenada sin prueba ni fundamento alguno.