CDRO. RIVADAVIA: A joven madre la prendieron fuego en su cama y le cerraron la habitación
Soledad Arrieta (38) estaba separada de Gustavo Cervera (40), con quien había discutido el día anterior y sobre quién recaen las principales sospechas. Es que hay comunicaciones de Cervera con familiares de Soledad que lo comprometen. El hombre ayer a las 2 llamó a la Policía y dijo que le habían entrado a robar y que a Soledad “la habían prendido fuego”. Es el único detenido por el hecho y hoy será sometido a la audiencia de control de detención bajo la caratula de femicidio.
La mujer murió quemada en su cama. Fue en una habitación del quincho trasero de la propiedad de su ex pareja, que residía en parte delantera de una vivienda ubicada en Juan Manuel de Rosas 3.596 en el barrio Mario Abel Amaya.
Arrieta se había mudado al quincho hacía unos meses y allí improvisó una habitación. Ocasionalmente dormían allí –sobre el suelo– sus hijos menores de 7, 9 y 13 años.
La pareja transitaba una separación que no era sencilla. Incluso los vecinos, amigos y familiares dieron cuenta de que el día anterior al femicidio había discutido en duros términos.
Según las pericias que ayer a la tarde realizó la Policía Científica en el lugar del crimen, luego de prenderle fuego, se presume que su asesino cerró la puerta desde afuera de la habitación y no dejó salir el humo que se comenzaba a colar por las hendijas del marco y que dejó su rastro marcado.
El comisario de la Seccional Quinta, Jorge Calderero, informó ayer en el lugar de los hechos que “la primera intervención se origina en base a un llamado al 101 donde se alerta que en esta vivienda habrían ingresado con fines de robo… pone en alerta un masculino mayor de edad. Ante ese alerta viene la comitiva policial y se encuentra con dos menores que salían de la vivienda, uno de los cuales grita que a la madre la habían quemado. Toma recaudos Policía preservando el lugar y se llega al final de la vivienda en donde se encuentra a una mujer sin vida de 38 años de edad”.
La primera versión de Cervera “era totalmente contradictoria y no tenía coherencia una cosa con otra”.
Al lugar concurrieron el jefe de la Unidad Regional y personal del Ministerio Público Fiscal y a las 3:40 se detuvo a Cervera, mientras los menores quedaron a disposición de la Asesoría de Menores y de la familia de la víctima, también vecinos del lugar.
Cervera había dicho a los vecinos que habían ingresado ladrones y que a Soledad la quemaron. Pero con el correr de los minutos quedó más que expuesto. Por ejemplo no había puertas ni ventanas rotas para ingresar al quincho-vivienda de la mujer.
UN PAI EN EL MEDIO
Según comentaron las fuentes de la investigación Soledad estaba en una relación con un pai umbanda, religión que ella practicaba hace tiempo y que habría sido uno de los motivos de su separación. Los vecinos comentaron que más de una vez escucharon el ruido de tambores en la noche.
Cervera, trabajador petrolero, se quedó con sus tres hijos menores en la casa ubicada en la parte delantera y una vecina dijo que estaba muy molesto con la mujer porque salía de noche. La niña más pequeña de Soledad dormía con ella. En el quincho había dos colchones en el suelo, uno de dos plazas y otro de una.
Hasta la 1:35 Soledad intercambió mensajes con su nueva relación, mientras a las 2 se produjo el llamado al 101 por el supuesto robo.
Algunos vecinos dicen que vieron a Cervera andar en bicicleta con los tres niños en la calle. A la más pequeña la llevaba sentada en la butaca de una playera. Dicen que solía pasear con los niños hasta altas horas de la noche y que el domingo cenaron hamburguesas. Los cuatro platos estaban aún sobre la mesa ayer a la mañana.
“El pai vino y le pegó un par de trompadas a Gustavo”, contaron los vecinos. La agresión en medio del dolor se suscitó cuando la Policía y el Ministerio Público Fiscal -representado por Juan Carlos Caperochipi- realizaba la primera intervención en medio de la madrugada.
El cuerpo de Soledad fue sacado a las 7 de ayer y llevado a la morgue judicial en donde se le realizó la autopsia forense.
Cervera quedó detenido a la espera del control de detención que realizará hoy en la Oficina Judicial. La causa está en manos de la fiscal María Laura Blanco.
Pese a que los familiares le comentaron a la Policía que sabían que Soledad sufría maltratos y hostigamiento continuo por parte de Cervera, desde Fiscalía confirmaron a este medio que no había hasta el momento ninguna denuncia presentada por violencia que se hubiera judicializado. Hoy se conocerán más detalles en la formalización de la investigación.