PTA. ARENAS: Por atropellar a marino y darse a la fuga conductor no podrá manejar de por vida

El imputado fue condenado a presidio con el beneficio de la reclusión nocturna domiciliaria, la que será monitoreada telemáticamente con una tobillera electrónica por Gendarmería.(El Pingüino)   A una pena de 541 días de presidio, multa de 7 UTM y la inhabilidad perpetua para conducir vehículos motorizados, fue condenado ayer un conductor que se dio a la fuga tras protagonizar un accidente de tránsito. Tras el juicio realizado la semana pasada, ayer en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, se dio a conocer la sentencia, donde se le benefició al imputado a cumplir la pena de manera sustitutiva con una reclusión nocturna domiciliaria, la que será monitoreada telemáticamente con una tobillera electrónica que la controla Gendarmería de Chile. Acusación La acusación presentada por el fiscal Oliver Rammsy, daba cuenta que el hecho ocurrió en horas de la madrugada del día 8 de abril de 2016, cuando la víctima Mauricio César Mansilla Salinas se encontraba en el servicentro ubicado en calle Diagonal Don Bosco N°464 de Punta Arenas, con la finalidad de cargar combustible, y en los momentos que se encontraba fuera de su vehículo y revisaba la conexión del cable de la batería de su auto, en forma imprevista es impactado por la espalda por el vehículo guiado por el acusado Cristián Alejandro Hernández Guzmán, quien aprisiona y aplasta las piernas de la víctima con su vehículo y el parachoques del móvil de la víctima, sin detener la marcha, descender y prestar la ayuda que el caso ameritaba. Tampoco dio aviso a la autoridad policial más próxima, emprendiendo la huida del lugar luego de haber lesionado a la víctima, quien resultó con atrición de extremidad inferior izquierda, focos contusos patelar y cóndilo femoral medial, desgarro de músculo bíceps femoral asociado a hematoma y defecto en fascia superficial, lesiones de carácter menos graves que le significaron entre 22 y 24 días de incapacidad laboral, mismo tiempo estimado en sanar de dichas lesiones. En el juicio, el imputado señaló que pasó al servicentro Petrobras, se estacionó, retrocedió y sintió un golpe, se bajó y vio a la persona que estaba tirada. Le preguntó si estaba bien y le dijo que le busque el teléfono y luego le preguntó si lo llevaba al hospital o llamaba a la ambulancia, no le respondió y le dijo al bombero que llame a Carabineros, estaba muy nervioso por lo que había pasado; a los 5 o 10 minutos llega el amigo y lo insulta, se asustó y como le habían dicho que estaba todo listo se fue en su camioneta.   Por su parte, la víctima también indicó que ese noche fue al cine con unos amigos y luego a echar combustible se le soltó el borne de la batería, abrió el capó para arreglarlo y no escuchó que un auto estaba retrocediendo, sólo sintiendo el apretón. Agregó que escuchó al bombero que le dijo cuidado y el pie izquierdo le quedó atrapado entre su auto y el que venía. Se reconoce en el video que se le exhibe. Su auto estaba enganchado, con freno de manos. Estuvo como cuatro o cinco meses sin realizar su trabajo, ahora está recuperado. El conductor baja de su vehículo y le pregunta cómo estaba; él le pidió que le pasara el teléfono para llamar a su amigo que llegó a los dos minutos y su amigo lo alejó porque estaba muy ebrio, no le pidió nada. Su amigo se encargó de tomar la patente y llamó a la ambulancia, estuvo con él y el bombero, el dolor no lo dejaba escuchar.

El imputado fue condenado a presidio con el beneficio de la reclusión nocturna domiciliaria, la que será monitoreada telemáticamente con una tobillera electrónica por Gendarmería.(El Pingüino)
 
A una pena de 541 días de presidio, multa de 7 UTM y la inhabilidad perpetua para conducir vehículos motorizados, fue condenado ayer un conductor que se dio a la fuga tras protagonizar un accidente de tránsito.
Tras el juicio realizado la semana pasada, ayer en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, se dio a conocer la sentencia, donde se le benefició al imputado a cumplir la pena de manera sustitutiva con una reclusión nocturna domiciliaria, la que será monitoreada telemáticamente con una tobillera electrónica que la controla Gendarmería de Chile.
Acusación
La acusación presentada por el fiscal Oliver Rammsy, daba cuenta que el hecho ocurrió en horas de la madrugada del día 8 de abril de 2016, cuando la víctima Mauricio César Mansilla Salinas se encontraba en el servicentro ubicado en calle Diagonal Don Bosco N°464 de Punta Arenas, con la finalidad de cargar combustible, y en los momentos que se encontraba fuera de su vehículo y revisaba la conexión del cable de la batería de su auto, en forma imprevista es impactado por la espalda por el vehículo guiado por el acusado Cristián Alejandro Hernández Guzmán, quien aprisiona y aplasta las piernas de la víctima con su vehículo y el parachoques del móvil de la víctima, sin detener la marcha, descender y prestar la ayuda que el caso ameritaba. Tampoco dio aviso a la autoridad policial más próxima, emprendiendo la huida del lugar luego de haber lesionado a la víctima, quien resultó con atrición de extremidad inferior izquierda, focos contusos patelar y cóndilo femoral medial, desgarro de músculo bíceps femoral asociado a hematoma y defecto en fascia superficial, lesiones de carácter menos graves que le significaron entre 22 y 24 días de incapacidad laboral, mismo tiempo estimado en sanar de dichas lesiones.
En el juicio, el imputado señaló que pasó al servicentro Petrobras, se estacionó, retrocedió y sintió un golpe, se bajó y vio a la persona que estaba tirada. Le preguntó si estaba bien y le dijo que le busque el teléfono y luego le preguntó si lo llevaba al hospital o llamaba a la ambulancia, no le respondió y le dijo al bombero que llame a Carabineros, estaba muy nervioso por lo que había pasado; a los 5 o 10 minutos llega el amigo y lo insulta, se asustó y como le habían dicho que estaba todo listo se fue en su camioneta.
 
Por su parte, la víctima también indicó que ese noche fue al cine con unos amigos y luego a echar combustible se le soltó el borne de la batería, abrió el capó para arreglarlo y no escuchó que un auto estaba retrocediendo, sólo sintiendo el apretón. Agregó que escuchó al bombero que le dijo cuidado y el pie izquierdo le quedó atrapado entre su auto y el que venía. Se reconoce en el video que se le exhibe. Su auto estaba enganchado, con freno de manos. Estuvo como cuatro o cinco meses sin realizar su trabajo, ahora está recuperado. El conductor baja de su vehículo y le pregunta cómo estaba; él le pidió que le pasara el teléfono para llamar a su amigo que llegó a los dos minutos y su amigo lo alejó porque estaba muy ebrio, no le pidió nada. Su amigo se encargó de tomar la patente y llamó a la ambulancia, estuvo con él y el bombero, el dolor no lo dejaba escuchar.