La autopsia determinó que la joven murió producto de una fractura de columna y ahora las pericias determinarán el causal del accidente

Ante la tragedia de la ruta 3 que este sábado le costó la vida a una joven de 16 años, se realizan ya las primeras medidas judiciales en torno a la causa por “homicidio culposo” al conductor del vehículo. La autopsia determinó que la joven murió producto de un golpe en la columna cervical, pero que nadie salió despedido del rodado aparentemente a causa de los air bag. La pericia determinó que las ruedas con clavos del vehículo tenían un desgaste considerable, y la próxima semana las distintas mediciones determinarán la velocidad con que circulaba.

La tragedia del sábado por la tarde involucró a una camioneta Honda CRV con cuatro ocupantes a bordo que volcó a un kilómetro al sur del puente de la ruta 3 sobre el río Ewan Norte, cuando retornaban a Río Grande desde el cerro Castor.
 
Un primer testigo en llegar, un enfermero de franco, fue quien sacó el cuerpo sin vida de Candela Estefanía Torres del interior del habitáculo, señalando que los otros tres ocupantes ya se habían autoevacuado, encontrándose en tal estado de shock que nada pudieron decir del accidente en el lugar.
 
La investigación presume que la activación del sistema de air bag evitó que salieran despedidos del rodado sus cuatro ocupantes, ya que la camioneta dio tumbos por alrededor de 80 metros, lo que grafica la violencia del accidente.
 
La autopsia, primera medida judicial del caso, determinó que la jovencita murió en forma instantánea dado que en uno de esos tumbos se produjo la fractura de su columna.
 
Luego en sede hospitalaria los tres sobrevivientes coincidieron en que quien manejaba el rodado era Pablo Gastón Hernández de 36 años, propietario de la camioneta. No se pudo obtener testimonios de terceros en ese sentido, ya que los sobrevivientes fueron hallados fuera del rodado y sin poder hablar ante el estado de conmoción.
 
Pericias accidentológicas
Ante esto ya se trabaja en una causa judicial por el delito de “homicidio culposo”  a fin de verificar la existencia de responsabilidad o negligencia alguna por parte del conductor en relación a las lesiones o muerte –en este caso- hacia los terceros transportados en su vehículo.
 
En esa determinación de responsabilidades trabajará esta semana la Policía Científica de Tolhuin que realizó todas las mediciones en el lugar del siniestro, a fin de poder determinar para la próxima semana una velocidad estimada, de mínima, que llevaba el rodado al momento del despiste y vuelco.
 
El primer rastro es una marca de neumáticos que da cuenta que en la curva donde se despistó el vehículo, siguió derecho en lugar de tomar el giro hacia su izquierda, saliéndose de la cinta asfáltica, chocando el guardarrail,  cayendo a la banquina contraria, terminando sobre el campo a 80 metros de la ruta.
 
En ese sentido es determinando el estado de la calzada que era limpio de hielo o escarcha, pero húmedo, constatándose que los neumáticos de la camioneta eran con clavos de seguridad, pero presentaban un desgaste considerable.
 
Descartada ya la intervención de cualquier otro rodado o factor externo en el siniestro, se espera tomar la testimonial a los sobrevivientes del accidente, a fin de verificar condiciones de manejo o si eventualmente el conductor pudo haberse dormido al volante, como hipótesis aún no descartadas plenamente.