CDRO. RIVADAVIA Perdió el control de su auto, se metió al patio de una casa y atropelló a una joven
Gran indignación causó en la familia damnificada el accidente desencadenado por un automovilista de 75 años que ayer conducía un Peugeot 206 y terminó en el patio de un domicilio del pasaje Antonio Domínguez 2759, ubicado a pocos metros de la avenida Roca y del playón deportivo de la calle Marinero López, en el barrio Moure.
Según relató el propio conductor del vehículo, José Soto, descendía por la avenida en dirección a Lisandro de la Torre con la intención de dirigirse a su vivienda que se encuentra en el mismo barrio. De un momento a otro perdió el control del volante y atinó a girar a su derecha para meterse al mencionado pasaje.
El adulto mayor que comandaba el Peugeot –dominio DCW 990 dio un volantazo y chocó contra el portón de hierro que estaba cerrado con candado. En el interior del patio estaba la hija del dueño de la propiedad esperando al novio “y le pegó en la parte de la espalda, lamentó Jorge Oyarzo, el padre de familia.
EL CONDUCTOR DENUNCIO QUE FUE GOLPEADO
Al parecer, la caída del portón golpeó a la joven de 18 años que minutos después fue asistida por los profesionales del centro asistencial con base en el barrio 30 de Octubre.
Luego fue derivada a la guardia para ser sometida a distintos estudios con el objetivo de descartar lesiones de gravedad, debido a que la chica tenía dolores cervicales.
Según denunció el conductor, tras el episodio, el padre de la mujer salió y lo tomó a golpes de puño pese a que se quedó en el lugar para asumir todas las responsabilidades. El hombre también dijo que el hijo de Oyarzo lo amenazó verbalmente.
Los ánimos fueron calmados por la presencia de la policía de la Seccional Quinta, que labró las actuaciones del caso y constató que el automovilista no contaba con el seguro del auto ni con carnet de conducir.
Un hijo de Soto, en tanto se hizo presente en el lugar para dar las garantías de que se trató de un accidente, y le confirmó a la familia de que se iban a ser cargo de los daños materiales y la atención de la joven herida.
Oyarzo más tranquilo admitió: “estamos todos nerviosos. El portón estaba cerrado con candado. Ahora esperemos que no le haya pasado nada a mi nena”.