CDRO. RIVADAVIA: Le pegaron un martillazo en la cabeza y un tiro en la ingle en un presunto asalto

El violento episodio ocurrió ayer cerca de las 13 en una vivienda del barrio Máximo Abásolo. La víctima, un hombre de 18 años, fue abordado por dos delincuentes que ingresaron a una casa de Adela Small al 1400. Hay un detenido y un segundo sospechoso alcanzó a escapar. La policía secuestró martillos y un revólver con cuatro cartuchos utilizados. Se investiga si se trató de un robo o de un ataque motivado por otras causas. (El Patagonico)

 
 
Mauro García (18), ingresó ayer a las 13 al Hospital Regional gravemente herido en la cabeza, a causa de al menos un martillazo que recibió por parte de dos delincuentes que además le pegaron un tiro en la ingle cuando ingresaron a una vivienda de la parte alta del barrio Máximo Abásolo.
Según informó el jefe de la Seccional Séptima, Luis Mellado, las primeras averiguaciones policiales indican que el joven se encontraba en la vivienda de una amiga en Adela Small 1481 al pie de la escalera de la esa zona alta, cuando de repente ingresaron a la casa dos individuos armados. 
Uno de ellos flanqueó la entrada y le efectuó un disparo a otro joven que se encontraba en ese momento arreglando la puerta de acceso. Ese balazo le rozó la pierna a la primera víctima y luego neutralizaron a Mauro García, quien estaba en el interior de la casa de la familia Vera. 
Los delincuentes le pegaron un tiro en la ingle a García y también le asestaron al menos un martillazo en la cabeza, aunque algunas fuentes consultadas daban cuenta que serían tres los golpes que recibió en el cráneo.
García fue trasladado de manera urgente al Hospital Regional en una ambulancia. La policía colaboró en cortar el tránsito en la avenida Yrigoyen para que el vehículo de emergencia ingresara a contramano hasta el centro asistencial. Al cierre de esta edición, el estado de salud de García era grave. 
En el lugar de la agresión, la policía de la Seccional Séptima detuvo a uno de los principales sospechosos, identificado como Lucas Baeza y con la ayuda de la Policía Científica secuestraron un revólver con cuatro cartuchos percutados y martillos que serán peritados para determinar si fueron utilizados en la agresión.
“Vecina después le devuelvo los martillos, porque la policía se los lleva”, le gritaba la dueña de casa a la vecina de enfrente. A esa altura ya la policía de la Seccional Séptima había reforzado la seguridad en el lugar porque se habían escuchado algunos disparos al aire. “Es que los Baeza viven ahí abajo”, describió uno de los policías señalando a metros de la vivienda que fue asaltada. 

OTRA AMENAZA EN EL SECTOR 
Mientras trabajaba la policía en el lugar, les llegó información de que un joven había ido a “meter fierro” en la casa de unos vecinos del sector. Para escapar se había subido a un colectivo de la Línea 1 luego de bajarse de una moto.
Como la policía todavía buscaba rastros del segundo autor de la agresión a García –que se había llevado teléfonos celulares y dinero-, pergeñaron la manera de interceptar el colectivo y poder identificarlo.
Cuando le preguntaron a la joven que lo había llevado en la motocicleta hasta la casa donde ese sospechoso había amenazado con armas, la motociclista dijo que lo había bajado de la moto porque “andaba bardeando”. 
Resulta que la conductora de la moto no era otra que la hermana del herido. Cuando la joven se enteró de lo sucedido con él, de inmediato subió a otro acompañante en la moto y se dirigió a avisar a su madre que su hermano estaba herido en el hospital.
Antes de que la joven se marchara hubo un cruce de insultos y amenazas con los familiares de los dueños de la casa donde el joven había sido gravemente herido.
Había versiones encontradas con respecto al incidente y por eso la policía ayer trataba de recabar mayores pistas y obtener testimonios para determinar si es que se había tratado de un robo  o si los supuestos asaltantes habían ido en busca de venganza por algún otro motivo.