CDRO. RIVADAVIA: Un preso liberado ayer no aguantó ni 12 horas en su casa
Al cierre de esta edición la policía dejó sin efecto la detención y captura de Pablo “Bizcocho” Barrientos, quien desde las 20 era intensamente buscado luego de verificarse que había violado el arresto domiciliario que ordenó el juez de Ejecución, Jorge Odorisio.
Barrientos salió a las 9 de ayer del Pabellón 5 de la alcaidía en marco del hábeas corpus correctivo que presentó la defensa por la falta de inodoros para los diez internos que allí se alojan, pero cuando la policía de la Seccional Tercera acudió a su domicilio a verificar que estuviera cumpliendo con la medida, confirmó que Barrientos no estaba y se conoció que había salido en un Volkswagen Gol de color rojo.
De inmediato se montó un operativo cerrojo en el barrio Stella Maris, donde está domiciliado, y minutos antes de las 21 un dotación policial de la Seccional Tercera logró detenerlo en Saturnino López al 2.700.
Hay que recordar que Barrientos estuvo implicado en el robo que terminó con la vida del cabo Nelson Godoy. El hecho ocurrió a las 22:15 del viernes 20 de julio de 2012 en la estación de servicio del barrio 13 de Diciembre, donde el policía había concurrido a cargar combustible y advirtió que en el lugar se estaba perpetrando un asalto, por lo que tomó intervención a pesar de encontrarse de franco.
Ante la voz de alto, uno de los asaltantes le disparó en la cabeza, por lo que Godoy -de 24 años y oriundo de la localidad rionegrina de Sierra Grande-sufrió heridas gravísimas y falleció al día siguiente en el área de terapia intensiva de la Clínica del Valle.
Por el homicidio fueron imputados Pablo Barrientos y Bruno Díaz. Barrientos se fugó de la Seccional Séptima horas antes del juicio y Díaz fue condenado a prisión perpetua, aunque en segunda instancia resultó absuelto de culpa y cargo.
Barrientos, en tanto, estuvo prófugo cerca de un año y fue detenido en una chacra de zona norte. En un juicio abreviado fue condenado por el robo, pero no por el homicidio.