PUNTA ARENAS: Conductor protagonizó accidente de bus con trabajadores de pesquera

El chofer de la máquina, Juan Urbina Castillo, señaló que la maniobra que realizó y que lo llevó a chocar contra un poste de cemento, fue para evitar un hecho de mayor gravedad. (La Prensa Austral)

Hace más de 20 años que Juan Urbina Castillo, de 69 años de edad, se desempeña transportando pasajeros. Ayer conversó con La Prensa Austral y aseguró que es primera vez que vive una experiencia tan grave como el choque ocurrido la noche del lunes, a 8,5 kilómetros al norte de Punta Arenas. El transportista relató que la maniobra realizada y que lo llevó a chocar contra un poste de cemento fue para evitar un hecho de mayor gravedad, pues temió chocar de frente con otro vehículo.
“No se imagina, la niebla no dejaba ver nada, pero nada de verdad”, comentó ayer Urbina, al recordar el instante en que el microbús que guiaba de norte a sur por la Ruta 9, impactó un poste de mediana tensión situado al costado derecho de la vía. “Era tan mala la visibilidad que yo me iba guiando por la zanja de cemento que hay junto a la ruta, cuando chocamos contra el poste, el que está ubicado al costado del camino, cuando creo yo que debería estar al otro lado del zanjón”, comentó.
Lamentó profundamente lo sucedido, asegurando que hubiese querido evitar todo, pero se manifestó agradecido que la situación no pasara a mayores, considerando la magnitud del impacto, reviviendo que al momento de la emergencia, los cables electrificados estaban por todos lados.
Sobre el estado de su herramienta de trabajo, Urbina aseguró que se encontraba con toda su documentación al día, materia que fue ratificada por la policía, por lo mismo ayer le fue entregado el vehículo para ingresarlo a un taller, con la finalidad de repararlo para luego retomar su servicio.
Finalmente, comentó que el banco de niebla que le complicó la conducción era tan denso, que no tenía recuerdo de haber visto un fenómeno natural como ése en los años de trabajo en esa actividad.
Operativo de emergencia
Cinco ambulancias, Bomberos, Carabineros, y los servicios de urgencias de diferentes recintos médicos fueron parte del operativo de emergencia que se activó tras hacerse conocido el accidente, activando el llamado protocolo IMV (Incidente de Múltiples Víctimas), según explicó el enfermero regulador del Sistema de Atención Médica de Urgencia (Samu), Alexis Millalonco, quien encabezó el procedimiento asistencial.
El profesional detalló que este tipo de operativo se ha diseñado para atender hechos en los cuales existen más víctimas de las que puedan ser atendidas por las primeras unidades que llegan al lugar, obrando en Punta Arenas el Centro Regulador del Samu como coordinador de la logística, pudiendo movilizar recursos de diversos estamentos, incluso privados, como ambulancias, embarcaciones, aeronaves y personal.
Comentó que ante lo complejo del panorama, en el cual, durante los primeros minutos se desconocía la gravedad de los heridos, se tuvo que habilitar un segundo móvil avanzado, por lo que personal del Samu que permanecía en descanso llegó a la base para sumarse a las labores, todo en un rango de tiempo que no habría excedido los 20 minutos, además de la activación de la ambulancia de Bomberos, y la alerta que se envió a los entes de salud privados, a fin de no desproteger el radio urbano en caso de ser requerido.
“El operativo fue muy efectivo, rápido, coordinado, y se aplicaron todas las instrucciones que son de relevancia en este tipo de emergencia, considerando la gran cantidad de heridos y el numeroso personal que estaba en el lugar de la emergencia”, evaluó Millalonco.
Destacó el proceso de categorización que tuvo que efectuar en primera intervención, poco usual en nuestra región, el que permitió con una evaluación en el lugar, determinar qué pacientes tenían prioridad de ser atendidos, protocolos de atención que se utilizan a nivel internacional en caso de grandes catástrofes o accidentes, orientado a salvar la mayor cantidad de vidas posibles, sin desgastar personal en pacientes en condiciones de muerte inminente o ya fallecidos, procedimiento denominado “Triage”, en el cual se entrega una etiqueta el herido tras una evaluación por un profesional acreditado, que permite a los equipos que trabajan en el lugar ver a qué persona se debe atender y en qué orden, según detalló.