Llegó Mariano Leites en un rescate entre cocinas de paco y la marginalidad del conurbano bonaerense

La comisión policial de la División de Delitos Complejos efectuó esta tarde la extradición del homicida condenado por el crimen de Juan Manuel Encinas, quien en octubre se evadió de su régimen de libertad. Cinco efectivos tomaron parte de un complejo operativo de reconocimiento y detención del prófugo en una de las zonas más calientes del conurbano bonaerense.

 
Esta tarde de miércoles en el vuelo regular de Aerolíneas Argentinas se concretó el traslado del detenido Mariano Leites, quien viajó acompañado de la comitiva de cinco efectivos de la División Delitos Complejos de la Policía Provincial, que lo capturó el pasado 1° de abril en provincia de Buenos Aires.
 
Los uniformados viajaron a Buenos Aires el pasado 27 de marzo con información que daba cuenta de la posible presencia de Leites en tres domicilios marcados en la zona de Villa Dorrego, partido de La Matanza.
 
Este era el segundo viaje realizado a tal fin, habiendo fracasado en diciembre pasado  una oportunidad en la que no se pudo llegar a individualizar al evadido.
 
En esta oportunidad las complicaciones no fueron pocas a pesar del apoyo brindado por la comisaría Tercera de Villa Dorrego, la cual aportó la necesaria logística de efectivos y vehículos de civil que permitieron ingresar a un sector de los más “calientes” del conurbano.
 
En un paisaje de angostas calles de tierra, sin iluminación, y una villa en la que cualquier rostro desconocido despierta sospechas; debieron moverse los efectivos fueguinos que llegaron a pasar por algunas circunstancias apremiantes.
Tras numerosas tareas de vigilancia, que dada la inseguridad del barrio impedían hacer un puesto fijo, y con Leites que sobre todo se movía en horarios nocturnos, en lugares de escasa iluminación; finalmente recién el viernes 1° de abril se logró confirmar su identidad a la salida de un taller de bobinados donde trabajaba.
Previo a esto los efectivos fueguinos debieron moverse siempre acompañados de personal de brigada de la comisaría bonaerense, los cuales incluso en alguna oportunidad debieron mediar cuando fueron “encarados” por vehículos de sujetos que “manejaban” la zona, donde los propios efectivos observaban en su tarea de vigilancia el movimiento de la droga casi como una cotidianeidad del paisaje.
En medio de esta marginalidad y de cocinas de paco, se debió llevar adelante con sigilo la captura por parte de un grupo de cinco efectivos que el viernes 1° de abril pudo identificar a Leites saliendo del mencionado taller.
Rápidamente lo encañonaron y subieron a un vehículo encubierto, con el cual debieron escapar raudamente del lugar, ya que las tareas de inteligencia previa daban cuenta de la presencia de al menos 15 personas dentro del taller, algunos de ellos barrabravas del club Laferrere.
 
El turno de la justicia
El costo del operativo y tamaño riesgo son producto de la inoperancia de un Tribunal de Juicio que, habiendo detectado a Leites en octubre del año pasado violando su régimen de libertad, le permitió volver a salir en libertad para decidir si lo detenía o no, cuestión que se resolvió cuando este sujeto ya había abandonado la isla.
Leites fue alojado en una dependencia policial, informándose de tal situación al Tribunal de Juicio Oral del Distrito Judicial Norte, el cual deberá resolver si se lo aloja en la Unidad de Detención N°1, donde por el evidente “riesgo de fuga” seguramente aguardará si queda firma la condena de 12 años de prisión que le fue impuesta el año pasado.