La madre de Gerardo Vélez se mostró agradecida con la condena a perpetua “hoy mi hijo puede descansar en paz”
La mujer de 60 años llegó desde Misiones para declarar y presenciar respetuosamente todo el desarrollo del juicio, an6te los asesinos de su hijo de solo 19 años. Lloró en gran parte de las audiencias y estalló en lágrimas de emoción y agradecimiento una vez conocida la condena a perpetua.
La condena a los primos Diego y Ramón Kubitz por el homicidio de Gerardo Vélez tuvo la inmediata respuesta de las lágrimas de parte de Graciela González, madre de la víctima, quien declaró en la primer jornada del juicio y luego sobrellevó de forma estoica el desarrollo de todo el proceso.
Conocida la sentencia a prisión perpetua, consideró, “quiero dar gracias a la Justicia de los hombres, estoy muy conforme esto era lo que esperaba por fin mi hijo va a descansar en paz”.
“Nadie le va a devolver la vida a mi hijo pero estoy muy conforme que estos sujetos se pudran en la cárcel, estoy muy agradecido”, reiteró. Sobre la postura de los imputados a lo largo del juicio, opinó, “ellos solo declararon Ramón se enterró solo pidiéndome disculpas, después dijeron que no sabían por que le echaban las culpas, pero se les cayó la careta después. Ramón temblaba porque sabía lo que se le venía, seguramente porque él sabe que es el asesino intelectual de mi hijo”, dijo en referencia a uno de los imputados. “Por fin mi hijo va a descansar en paz, me saqué todas las dudas que tuve, nunca conocía a nadie acá, agradecer a todos desde los jueces, el fiscal, los policías y los medios que acompañaron esta causa y este juicio”, concluyó antes de su regreso a Misiones, donde espera reencontrarse con la tumba de su hijo.
“Nadie le va a devolver la vida a mi hijo pero estoy muy conforme que estos sujetos se pudran en la cárcel, estoy muy agradecido”, reiteró. Sobre la postura de los imputados a lo largo del juicio, opinó, “ellos solo declararon Ramón se enterró solo pidiéndome disculpas, después dijeron que no sabían por que le echaban las culpas, pero se les cayó la careta después. Ramón temblaba porque sabía lo que se le venía, seguramente porque él sabe que es el asesino intelectual de mi hijo”, dijo en referencia a uno de los imputados. “Por fin mi hijo va a descansar en paz, me saqué todas las dudas que tuve, nunca conocía a nadie acá, agradecer a todos desde los jueces, el fiscal, los policías y los medios que acompañaron esta causa y este juicio”, concluyó antes de su regreso a Misiones, donde espera reencontrarse con la tumba de su hijo.