CDRO. RIVADAVIA: Joven murió de una puñalada luego de discusión en un local nocturno

Lucas Díaz fue apuñalado en el pecho ayer a la 1:30 y murió en la esquina de San Martín y Patagonia. Según investiga la Policía, la víctima llegó al bar "Los Troncos" acompañado por el asesino con el que compartió unas copas y luego discutió. Aparentemente, el dueño los echó del lugar. El cuerpo de Díaz apareció a unos 100 metros. Es el noveno homicidio del año en Comodoro (El Patagónico).

 
“Quiero justicia”, dice Antonia Bórquez. Es la tía que crió a Lucas Ariel “Chino” Díaz, un joven de 35 años que vivía en el barrio José Fuchs y era empleado de Geovial, además de padre de tres hijos de corta edad. Fue apuñalado en el pecho ayer a la madrugada tras una discusión en el bar “Los Troncos”.
 
Díaz fue encontrado sin vida y desangrándose en San Martín y Patagonia, a la 1:30. Según los testimonios que obtuvo la Policía, había protagonizado una discusión y pelea con un compañero de copas con el que había llegado al local nocturno del barrio Jorge Newbery.
 
Ayer en la vivienda de la abuela de Díaz, en donde el hombre se crió desde los 6 años de edad, no hallaban consuelo. “Era una persona muy querida. Esta es gente que hace daño” dijo Antonia. Díaz tenía tres hijos de 5, 7 y 8 años y estaba separado.
 
La tía fue a reconocer el cadáver de Díaz en el lugar donde murió. Le llamó la atención un reguero de sangre que salía del bar. Para ella, a Díaz lo mataron adentro del local nocturno porque hay marcas de sangre que salen de detrás de la persiana.
 
Sin embargo, los testimonios que recogieron los investigadores de dos mujeres y del dueño del bar sostienen que Díaz –que era un habitué del lugar- llegó acompañado de otro hombre a la 1. Pidieron algo para beber y comenzaron a charlar animadamente, hasta que en un momento se inició la acalorada discusión. Fue cuando llegaron dos mujeres. De inmediato empezaron a pelear.
 
Según los testimonios, Díaz le pegó una trompada a su rival y le partió la boca. Por eso el dueño del bar, de apellido Rivera, los echó a la calle y cerró las persianas. Eso fue al menos lo que le dijo a la Policía, que a los 10 minutos llegó al local donde se desencadenó la tragedia.
 
Uno de los efectivos policiales preguntó si sabían del joven fallecido que había sido encontrado muerto en la esquina. Rivera dio entonces su versión de los hechos y admitió que Díaz iba siempre al bar, pero que al otro que lo acompañaba esa noche no lo ubicaba.
 
Pese a que a esa hora había varios vecinos levantados, nadie aportó nada a los investigadores de la Brigada de Investigaciones.