La víctima ratificó que Gastón Díaz le disparó y aseguró incluso que “apretaron” a testigos

En la tarde de este martes continuaron las testimoniales en el juicio contra los hermanos Díaz, acusados de “tentativa de homicidio” contra Fabián Contreras Barrientos, quien declaró en calidad de testigo. La víctima aseguró que Gabriel conducía el auto y que Gastón le disparó al rostro a través de una ventanilla. Asimismo declararon la forense y un perito policial que por estudios determinaron que el elemento –aún alojado en la mandíbula de la víctima- sería un balín y no una munición de arma de fuego.

Tras la declaración indagatoria de los hermanos Gabriel y Gastón Díaz, el tribunal receptó la declaración testimonial de la víctima de este violento episodio, Fabián Contreras Barrientos, quien recibió el disparo en el rostro en septiembre del año pasado.
 
Contreras relató ante los jueces que esa tarde salió de su trabajo en el barrio Perón y que fue caminando a su domicilio en la margen sur, siendo observado por su ex pareja en la zona del puente, Pamela Díaz, quien inmediatamente levantó el teléfono e hizo un llamado, asegurando que vivía en constante temor por las amenazas que sufría de parte de la familia Díaz.
 
Al llegar a la zona del kiosco “Los Castores” en la margen sur, aseguró que vio a los hermanos Díaz en su auto Palio de color blanco, que se cruzó de vereda para evitarlos, y que luego dieron una vuelta y lo llamaron por su nombre.
 
“Me di vuelto y vi a Gastón con la ventanilla abierta y que me disparó y empezó a salirme mucha sangre”, relató la víctima, quien aseguró que fue asistido por un vecino que “también escuchó el disparo”, para luego dirigirse a la casa de unos amigos que lo llevaron a la comisaría.
 
Denunció apriete a testigos
Asimismo la víctima señaló que días después se acercó al hospital un amigo suyo de la infancia, quien le manifestó que ese día los hermanos Díaz le pidieron ayuda para agredir a una persona, y que luego uno de ellos –Gastón Díaz- manifestó que le había disparado al dicente, “mostrándole balas calibre 22”, relató Contreras Barrientos.
La víctima señaló que ese amigo declaró en torno a esta causa, de hecho está previsto que declare en este juicio, y que “la familia Díaz lo fueron a apretar para que cambie la declaración”, aseguró.
 
Proyectil sin extraer
Una situación increíble que se da en esta causa es que ante la ausencia de arma, el único indicio material significativo es el proyectil que aún permanece alojado en la mandíbula inferior izquierda de la víctima.
Tanto Contreras Barrientos como la perito forense, la Dra. Inés Aparici, explicaron que el elemento quedó encapsulado orgánicamente, y que su extracción resulta de serio compromiso para las cuerdas vocales, por lo que no se efectuó.
Ante ello la Dra. Aparici señaló que en la tomografía realizada, en comparación con una bala calibre 22, el elemento presenta una masa sensiblemente inferior, por lo que se presume que se trata de un balín de aire comprimido y que no se puede determinar que sea munición de un arma de fuego, cuestión a la que adhirió luego el testigo de la Policía Científica.
En ese sentido, en teoría, el testigo policial concluyó que de tratarse de un aire comprimido el proyectil es “letal” aunque “depende en donde impacta”, mientras la forense señaló, “no hubo peligro de vida en esta lesión concreta”, reparó.