PTO. SAN JULIAN: Una falla cardíaca fue la razón del deceso del púgil “Mandinga” Rojo
Una falla cardíaca que le impidió al corazón bombear sangre con normalidad, fue el producto de la muerte del boxeador Néstor “Mandinga” Rojo, quien hacía solo tres meses se había radicado en Río Gallegos.
El trágico desenlace ocurrió el sábado por la noche en el festival boxístico que se desarrolló en Puerto San Julián, cuando Rojo fue derribado por trelewense Leonardo Báez, quien le aplicó un golpe al cuerpo que lo derribó.
Fue allí que ante la dificultad de Rojo para respirar lo asistió el médico del festival para la posterior derivación al hospital distrital de Puerto San Julián, donde habría ingresado sin vida.
Caratulado como “muerte dudosa”, al día siguiente se le practicó la autopsia en Río Gallegos, donde se determinó que el joven cordobés sufrió “shock cardiógeno y síncope vasovagal”, que ocurre cuando el corazón es incapaz de bombear la cantidad suficiente de sangre que el cuerpo necesita, mientras que el síncope vasovagal es la forma más común de desmayo y ocasiona tanto reducción de la frecuencia cardíaca como dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo por mediación del sistema parasimpático.
De esta manera, el gimnasio “Nicanor Hernández” de Puerto San Julián se convirtió en el escenario menos esperado para quienes se acercaron para observar la velada pugilística.
Rojo se había incorporado hace poco al gimnasio que en la capital santacruceña dirige Raúl Paniagua -tío de Sergio “Maravilla” Martínez- y estaba a las érdenes del preparador Daniel Behm.
Según informa el diario cordobés “La Voz del Interior”, el mismo Behm señalo que “Néstor combatía con Báez en una pelea muy pareja, cuando al promediar la mitad del tercer y último round recibió un golpe bajo en la zona derecha (región hepática) de su cuerpo, cayó hacia la izquierda y se desplomó. Lo cual no es habitual para un golpe al hígado. Subí al ring y noté que no podía respirar y supuse que podía ser un paro cardíaco”.
Asimismo remarcó “Rojo no perdió por nocaut porque no hubo decisión, ni recibió un golpe que lo pudiera provocar. Inmediatamente lo vio un médico y más tarde fue trasladado al Hospital Distrital (de San Julián) adonde habría ingresado ya sin vida”.
Allegados al joven boxeador señalaron que en el salón donde se realizó el festival no había ambulancia y la que llamó la Asociación Amigos del Boxeo, organizadora del festival, demoró cerca de 20 minutos en llegar y sólo era para traslado de pacientes, es decir que no contaba con elementos para reanimación.